domingo, 1 de agosto de 2010

Una temporada en Blanco..., (1ª Parte)

Verano del 2009, el Sr. Pérez arrasa en las elecciones. Entre Cristianos, Benzemas y Kakas, se acuerda de nuestro querido deporte y nos ilusiona a todos con el mejor fichaje posible, ¡Ettore Messina!, el mejor entrenador de Europa (con permiso de Obradovic). Visto el éxito del fichaje y la reacción de la afición (esta si es soberana en un club como este), el Sr. Pérez, desde su poltrona, nos vuelve a ilusionar, ¡el presupuesto más alto de la historia del equipo!, dinero para fichar, cortar, en definitiva, sobrados. No contento con esto, se reúne con su íntimo S. Alemany (el mejor gestor de la historia del basket nacional), para que se haga cargo de la sección. Este, por dignidad culé lo rechaza, pero como no queriendo, le susurra el nombre de su alumno aventajado, A. Maceiras, el cual estaba haciendo las Américas allá por San Antonio. Organigrama completo, El “todo entrenador” Messina, el “V. Karajan” de los generals managers, A. Maceiras y, (en esos momentos) “el pinta monas” Herreros. Se ficha, se “desficha”, el dinero sale a raudales y los nuevos fichajes no dejan de ser jugadores “normales”, en eso, que Ricky nos pinta la cara y se larga al Barça. Mientras, las dudas sobre los nuevos nombres asaltan a la afición, pero no pasa nada, se ha llegado tarde al mercado, los fichajes son segundas, terceras e incluso cuartas opciones. Pero, no problem, se nos vende un proyecto a dos o tres años. Un proyecto caduco, de corto recorrido pues la edad de la mayoría de los nuevos, respondía mejor a un equipo resultadista, un equipo diseñado para ganar ya. Y así era, empezó la temporada y el equipo respondía, el juego era vistoso, algunos de los nuevos parecían auténticos crack, y la afición, alucinando, frotándonos los ojos, emocionados, ¡esto promete!. Pero que poco dura la alegría en la casa del pobre, llegó Diciembre y con él el desastre, derrotas, carencias, más derrotas, castigos y reprimendas, más derrotas y ¡desencanto!. El Rey Midas de los banquillos, se estaba convirtiendo en una infumable pesadilla para algunos jugadores y para parte de la afición. El duo M&M se movió rápido e intento subsanar los problemas, zas Jaric (y su mujer), coño que crack, lastima que su fuelle durara tan poquito y pasara a ser un “catacrack”. Zas Tomic (¿Quién cojones es este tio que ha costado un millón de euros?), el agujero de la zona se intenta cubrir con un pipiolo al que solo lo conocían en su barrio, pero ¡sorpresa!, este tio promete, es una madre en defensa pero un verdadero genio en ataque (gracias por traerlo). Parece que por unos días las cosas se tranquilizan, pero los castigos y las neuras de alguno, se dejan notar demasiado en el ánimo del equipo. Llega la Copa, ganamos sin problemas al Joventut (luego, equipo sin play off), hacemos lo mismo con el C.L (el peor C.L de la temporada), que cerquita parecía estar la Copa, pero que lejos resultó estar después de que las hordas blaugranas nos aplastaran sin compasión alguna. ¿No teníamos que ganarlo todo este año?, preguntaba el Sr. Pérez a sus “palmeros”. Hay muchos lesionados, el equipo es nuevo, falta conjuntarlo, el proyecto es a dos-tres años, estas eran las excusas que le balbuceaban a un incrédulo Florentino, el cual, pensaba en los euros gastados (o mal gastados) mientras observaba a Navarro levantar la Copa. Y ese niño con el 9, ¿no tenía que jugar con nosotros?, volvió a preguntar el Sr. Pérez, si, pero, es que…, las excusas cada vez eran más difíciles de encontrar. ¿No os dí casi 30 millones de presupuesto?, ¿no dijisteis que todos querían jugar para Messina?, volvió a preguntar. No hay excusas, nadie se atreve a responder, ¡alto!, el listo de turno responde, es que este, ¡siempre ha sido del Barça y no quería nuestro dinero!, ¡y no le gusta nuestra bonita ciudad!. ¿Este?, ¿el 9?, ¿el socio perico?, exclama Florentino, consciente de que le están vendiendo la burra. Ya hablaremos, susurra el Presi. Temblad “mariachis” y “palmeros”. Top 16. El grupo que nos toca es jodido y chungo, pero que cojones, ¡somos el R. Madrid!. Pasan los partidos, las carencias del equipo cada vez son más acusadas y visibles, cualquier tres de poca monta nos hace un traje. Primera pelota de partido. El Siena, para variar, otro “milagro Llull”, el culito prieto y suspiro da alivio, de la que nos hemos librado. Segunda pelota de partido. El Maccabi, tres cuartos de cine, el equipo responde (¡que se prepare el Partizán!) y la afición los lleva en volandas. Ultimo cuarto, diarrea mental y hecatombe (¿Cuánta culpa de eso tuvo el entrenador?). El Maccabi nos remonta tropecientos puntos, los veteranos curtidos y experimentados, fichados para partidos como esos se han evaporado, desaparecidos, volatilizados. Ufff, esto pinta mal, muy mal pues allí en els paisos catalans, se están frotando las manos. ¡Urra!, ¡bien!, ¡otro palizón!, ¡más humillaciones!, la prensa catalana está disfrutando. Mientras, el Sr. Pérez pregunta si tiene que reservar habitaciones en París o por el contrario preparar finiquitos (a este es difícil que se la peguen dos veces). Nadie contesta, nadie responde, el silencio es sepulcral y el desastre se palpa en el ambiente. El Sr. Pérez ya no sonríe, él es el más listo de la clase y se la está temiendo, entre el representante de Kaka y los responsables del basket se la han jugado. ¡Cuantos euros mal gastados!. Y cada día que pasa, las pelotas mas hinchadas y no precisamente las de jugar. El Barça nos barre sin paliativos, ¡no somos rivales para ellos!, y lo peor, nuestros jugadores no creen en la victoria. Mickeal nos hace un traje, mejor dicho, una docena de trajes, pero, algo se ha divisado en el horizonte, el maltratado, el castigado, el olvidado Velickovic, puede ser una solución en la posición de tres, pero es tan bueno de cuatro, que el duo M&M, seguramente aconsejados por algún “amigo” común, deciden buscar en los USA (bajo comisión, pues si no, no se entiende) en antiMickeal, un jugadorazo, un tio que no falla ni una, una maquina de anotar, con este en racha la ACB es nuestra. Mientras, con la pasta que ha soltado el Sr. Pérez (este cada día esta más arto, se la meten doblada, pero la venganza será terrible y es un plato que se sirve frío), algún abonado al club del amiguismo, esta de vacaciones por Hawai. Play-Off. Sufrimos contra el CajaSol, que para más vergüenza, está entrenado por un ex, un entrenador con buen presente, pero mejor futuro, un entrenador que con un equipo de los normales, consiguió tener al todopoderoso R. Madrid, entrenado por el grandioso Messina, contra las cuerdas, cerca del KO, a punto de besar la lona y lo peor, consiguió la ruptura total entre afición, equipo y entrenador. Se sufrió, pero se pasó a semis. Contra el C.L se vio al mejor Madrid de la temporada (manda güevos), a dos canastas de la final, pero esos balones entran cuando hay confianza, cuando el equipo está seguro de si mismo y todos reman en la misma dirección. Por el contrario, se fallan cuando el equipo está roto, cuando hay déficit de confianza y la química brilla por su ausencia. El resultado, es conocido por todos. Los Lakers, digo el Barça es humillado por el C.L, la bestia no era tan temible, ¡eran hombres, no seres sobrenaturales, hombres!, ¡se les podía ganar!, pero… . Mientras, el Sr. Pérez (Florentino para los amigos), afilaba sus cuchillos, engrasaba la guillotina y empezaba a mover hilos y contactos, ¡la afrenta había sido demasiado grabe!, ¡Desde dentro!, ¡me la han pegado desde dentro! repetía sin parar de afilar sus enseres. La temporada ha terminado, el ridículo ha sido grande, la fortuna se ha dilapidado de forma irresponsable y ruin. Alguno o algunos lo tienen que pagar. Pero de lo que aconteció en días posteriores hablaremos en la segunda parte. Continuará.

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