viernes, 27 de mayo de 2011

Play-off 2011. Camino de la Final.

Antes de centrarnos en las semifinales haremos un resumen de lo que han sido los cuartos de final.

- Barça / Unicaja. (2-0).

Esta eliminatoria duró justo lo que duraron los dos primeros cuartos del primer partido.
En el primer encuentro el Unicaja se mantuvo en el partido justo lo que le duró el acierto desde el triple y mientras J. Freeland y R. Archibald dominaron el rebote. Por el contrario, al Barça le sobraba con su equilibrio defensa-ataque-defensa para desgastar y desfondar a los andaluces.
Con ese panorama, comenzó la segunda parte y fue justo entonces cuando el Barça aumentó su intensidad defensiva un par de puntos más. Entre eso y la aportación de la pareja Navarro-Lorbek, el partido quedó visto para sentencia.
¿Hubo segundo partido?.
El Barça comenzó arroyando, con una intensidad inusual y aunque el Unicaja intentó equilibrar el juego, no fue posible. El Barça pasó el rodillo y el partido se quedó sin historia.
76-65 en el primer choque y 52-84 en el segundo.

- Madrid / Fuenlabrada. (2-0).

En el primer partido, como era de esperar, el Madrid intentó asentar su dominio en el poder de su juego interior y el Fuenlabrada, como también se podía intuir, contrarrestar esa fuerza interior con el descaro y acierto en el tiro.
El partido estaba igualado y mientras Maldonado acertaba en sus cambios y movimientos, Molin no encontraba la combinación ideal.
Pero, entre el carácter de S. Llull, el acierto en el tiro y la defensa consiguieron que el Fuenlabrada no se sintiera cómodo y lo peor, que el partido se les hiciera demasiado largo.
El segundo partido tampoco tuvo historia. El Fuenlabrada rifó su suerte a los triples y mientras estos entraron hubo partido, pero cuando llegó el desacierto se terminó el cuento. Ni tan siquiera un fantástico G. Ayón, era suficiente.
Por parte del Madrid sorprendió la calma y entereza con la que afrontaron el encuentro. Sabedores que más pronto que tarde la defensa daría dividendos, en ningún momento dio la sensación de que el Madrid pudiera pasar apuros.
El Madrid siempre dominó el partido.
El resultado del primer partido fue 93-72 y de 55-68 el segundo.

- Baskonia / G. Canarias. (2-0).

La serie comenzó con el mejor Teletovic de la temporada, simplemente sensacional. El acierto y eficacia del bosnio contrastaba directamente con el poco tino de un desacertado J. Carroll. Con este panorama lo más lógico era que el C.L cobrara su primera ventaja, como así fue.
El G.C remaba contracorriente, pero con intensidad y sin perderle la cara al encuentro y entre eso y la precipitación, impedía que los baskonistas rompieran el partido.
El C.L siempre mantuvo una cierta ventaja, pero con la sensación de que había partido. Y tanto que había partido, tanto que a falta de medio minuto el G.C se puso a dos puntos, pero un error propio y una última canasta del C.L finiquitaron el choque. 86-82.
El segundo partido fue diferente. Desde un principio, los movimientos y cambios desde el banquillo canario no encontraban respuesta en el bando baskonista. Estas combinaciones se les atragantaban y parecía que podía ser la clave del partido. Pero no fue así, y el poder interior del C.L igualó el choque.
Con el partido igualado, llegó la hora de las individualidades y en este apartado el C.L tenía ventaja. Oleson y Teletovic, en primera instancia, rompieron el partido, pero sorprendentemente el G.C consiguió reaccionar, y fue entonces cuando apareció San Emeterio, el cual fue el encargado de sentenciar. 76-93.
Mención especial merece B. Oleson, que no conforme con secar a J. Carroll, se descolgó con 21 puntos y un 5/7 en triples.

- P.E Valencia / B.B.B. (0-2).

Sorpresa, si, pero menos.
El primer partido fue clave (72-79).
Incomprensiblemente, el P.E daba la sensación de no estar metido al 100% en el partido (¿pensarían en las semifinales y el Madrid?), y gracias a eso, fueron a remolque todo el partido.
Las primeras banderillas las clavó A. Jackson, el cual campaba a sus anchas ante la que se suponía una de las mejores (por no decir la mejor) pareja de bases de la ACB. Visto el panorama, el P.E reaccionó, pero solo de forma individual. Primero, Savanovic en el juego interior, pero fue muy bien contrarestado por Hervelle y Sonseca. Y después, R. Martínez, el cual no consiguió salir vencedor del duelo directo contra Vasileiadis.
El BBB reaccionó y controló todas las ofensivas de los valencianos.
Resumiendo, el BBB controló totalmente el encuentro y demostró que estaba mucho más metido en la eliminatoria.
¿Con que actitud afrontaría el segundo partido el P.E?, esta era la cuestión.
El P.E comenzó mucho más concentrado y entonado ese segundo partido, incluso daba la sensación de que en cualquier momento lo podía romper definitivamente. Pero, los bilbaínos creían en si y en sus posibilidades. Sabían que podían hacer historia y en eso estaban.
El P.E apretó y mucho, pero entre los errores propios y el superar las adversidades de los locales, el partido estaba abierto.
El BBB, que en un principio parecía inferior, no renunció a su juego y estilo en todo el partido (salvando las distancias, igual que el Maccabi en la F4), por el contrario, al P.E le podía la presión y daba la sensación de que en cualquier momento podían perder la escasa ventaja que poseían. Como así fue y sucedió. 79-75 al final.
El BBB jugo a lo suyo, con un estilo arriesgado e incluso suicida por momentos, pero este es su estilo y ha sido su juego durante toda la temporada.

Mención especial merecen tres personajes de las filas valencianas.
S. Pesic. Estuvo errático y lento en todas sus decisiones. Nunca encontró el antídoto al juego rápido y dinámico del BBB. Katsikaris siempre le ganó la partida y se le adelantó en todas las decisiones y planteamientos. También es significativo que a uno de los defensores del “basket control” le metan 79 puntos en ambos partidos. Y para terminar, sus declaraciones y malos modos.
O. Cook. Este señor, antes de esta eliminatoria, era pretendido (supuestamente) por Barça y Madrid, pero con la serie que se ha marcado (ahora era el momento de la verdad) difícilmente tiene cabida en uno de estos dos. Sus números, 29 min/p. 11´5 p, 2´5 r, 3 as, 4 balones perdidos y una media de valoración de 8.
Los números, dentro de lo que cabe, parecen decentes, pero no dirigió un pimiento, nunca pudo con su par y ni mucho menos fue un líder para su equipo.
V. Claver. La eterna promesa del baloncesto español. Un jugador que tiene la suerte de contar con “buena prensa”, pero… .
Sus números en esta eliminatoria, simplemente patéticos. 27 min/p, 6 p, 3 r, 1 as, 3 bp y una valoración de ¡cero!.
Pero lo peor no han sido los números, sino el no poder en ningún momento con Mumbrú (¡ni siquiera le inquietó!) y el haber sustituido a un jugador tan luchador, comprometido e intenso como F. Pietrus.

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Dos semifinales tan diferentes como interesantes.
Por una parte el Barça y Baskonia, dos clásicos que en los últimos años han sido los mejores y más regulares de la ACB.


Por la otra, un irregular Madrid y la sorpresa, el BBB. En un principio se podría pensar que está encarada a favor del Madrid, pero también tenía que estar el P.E Valencia en estas semifinales.

- Barça / C.L Baskonia.

Por parte del Barcelona, será muy interesante comprobar las diferentes estrategias que tendrá preparadas X. Pascual para esta eliminatoria, pues no olvidemos que en la pasada final el Baskonia se impuso claramente en este apartado, el estratégico.
Otro factor importante será la aportación de banquillo, y más en un equipo como el Barça actual donde a excepción de Navarro ningún otro jugador se puede colgar el cartel de titular indiscutible. Trabajo en equipo se llama eso y difícilmente hay otro equipo que encarne eso como el Barça actual.
Con este compromiso colectivo, no es de extrañar que los últimos éxitos y triunfos del Barça nazcan desde el esfuerzo máximo atrás. Y como no, con este débito, responsabilidad e implicación, el equilibrio entre juego interior y exterior es inmejorable.
Pero, no lo tendrá fácil el Barça y más teniendo enfrente al Baskonia, el equipo que más y mejor crece, evoluciona y se transforma en los play-off.
Baloncesto serio, ordenado y de ideas claras, esto es lo que ofrecerá el C.L, esto y unos roles muy bien definidos, y lo mejor, aceptados.
Si consiguen evitar la mala selección de tiro, defender muy bien las líneas de pase y controlar los bloqueos indirectos, tendrán opciones, muchas opciones.
En el apartado individual, muchos emparejamientos interesantes y una batalla campal bajo los aros. Sada y Ricky desgastando a Marcelinho. Oleson como la sombra de Navarro. Grimau pegado como una lapa a San Emeterio. Morris y Teletovic picados a base de triples. Y como no, N´Dong, F. Vázquez y Perovic “a cara de perro” contra Batista y Barac.
Sin pronóstico. Que comience el espectáculo.

- Madrid / Bizkaia Bilbao Basket.

La pregunta del millón. ¿Qué Madrid veremos en esta eliminatoria?.
Lo más importante, desde mi punto de vista, es saber si hay suficiente “mano izquierda” en este equipo para que funcionen como tal de una p… vez.
Partiendo de eso, hay que encontrar el equilibrio, y no entre juego interior-juego exterior, sino más importante, ¡entre todos los jugadores!. Que no haya celos. Que nadie se enfade cuando le sustituyan. Que ningún jugador haga la guerra por su cuenta. Y lo más importante, que todos sumen, sino puede ser con puntos, que sea con defensa y sino, con intangibles, pero hay que sumar.
Si el Madrid consigue solucionar eso, en lo deportivo parece que todo puede ser mejor y más fácil. Controlar el rebote y jugar transiciones rápidas, primordial, pues las victorias más solventes y espectaculares de este equipo en los últimos meses ha sido jugando rápido y dominando el rebote, amén de la defensa, claro.
Por parte del BBB (es encomiable la ética de trabajo de este equipo) lo más normal será que continúen fieles a su estilo y con este juego alegre y descarado que les ha llevado hasta estas semifinales.
Un juego donde prima el ataque y los jugadores ofensivos, pero que para nada abusa de egoísmo personal, sino todo lo contrario, pues es normal verles buscar siempre al compañero mejor situado.
Un equipo donde claramente el baloncesto de ataque se antepone a otro tipo de planteamiento mucho más rácano o conservador y es en este aspecto, en el de anotar, donde son más fuertes y fiables, en eso y en forzar perdidas al contrario (24 en el decisivo partido contra el P.E).
Si el BBB consigue imponer su juego y llevar el partido a un tanteo alto tendrán mucho que ganar.
En lo individual, mucha tela que cortar y unos emparejamientos muy interesantes.
A. Jackson se merendó literalmente a la pareja de bases del P.E, si J. Fisher consigue darle diez buenos minutos de descanso por partido, los bases del Madrid lo pueden pasar mal. En el juego exterior, el no contar cos S. Vidal y la nulidad de Velickovic como falso tres, decantan la balanza a favor del Bilbao. Ch. Warren se las verá con Llull, el jugador más en forma del actual Madrid, y por el contrario, C. Tucker tendrá que enfrentarse a dos francotiradores como Blum y Vasileiadis. El emparejamiento entre C. Suárez y A. Mumbrú puede ser decisivo. El catalán no tuvo ningún tipo de problema con V. Claver, pero por lógica, con el madrileño lo debería tener mucho más complicado (¿duelo con la selección de fondo?).
El juego interior es otro cantar. El Madrid, en un principio, cuenta con ¡6 jugadores! para el juego interior, pero por X o por Y, este se reduce solo a cuatro.
Interesante, muy interesantes serán los emparejamientos Mirotic-Hervelle y Tomic- Mavroeidis. A los dos jugadores del BBB lo que más les gusta es jugar duro, muy duro y anteponer el contacto y poderío físico al aspecto técnico, curiosamente lo contrario que a los dos madridistas. F. Reyes y D. Fischer se asemejan más a este estilo de juego, por eso no es descabellado pensar que se muevan las piezas en función del contrario y que los dos “mirlos blancos” coincidan más en cancha con Banic y Sonseca.
Por ahí, por el juego interior es por donde se puede decidir la eliminatoria.
Un apunte, no sería bueno para el futuro más inmediato del Madrid que tanto Reyes como Fischer jugaran entre 25-30 min/p.


LaFura37@hotmail.com

jueves, 19 de mayo de 2011

Play-off 2011.

Llegados a este punto, ya no se puede fallar. Es la hora de la verdad y ahora cualquier derrota se paga muy cara y más a tres partidos tal como están diseñados estos cuartos.



Todas las eliminatorias parecen tener un favorito. Barça, Madrid, P.E Valencia y Baskonia parece que parten con cierta ventaja, pero aunque difícil, no es descartable alguna sorpresa o un “Unicajazo” como en el 2008.

- Barça / Unicaja.
El equipo más regular de la competición contra uno de los más irregulares.
El pronostico lógico sería apostar por un 2-0 favorable a los blaugrana, pero… .
El Unicaja parte con muchísima menos presión, incluso sin nada de presión, como si el entrar en play-off, viendo como ha transcurrido la temporada regular, ya hubiese sido un éxito. Esta falta de presión y la imprevisibilidad de muchos de sus hombres son sus mejores armas, pues el jugar “sin nada que perder” puede ser muy beneficioso para sus intereses.
El Barça, ha demostrado que es el equipo más potente y regular de la competición. Pasado el bache que les dejo fuera de la F4, han aprendido del error y recuperado su mejor versión en estos últimos partidos. Partidos estos que les han servido para reajustar piezas y terminar de definir roles. Es el equipo que tiene mejor y más amplio banquillo, con lo que eso supone en eliminatorias de desgaste e intensidad extrema, y el que cuenta con mayores opciones y más recursos ofensivos. Esto y la defensa que han exhibido durante toda la temporada les coloca como claros favoritos, y no solo en esta eliminatoria.

J. Freeland y G. Fichs son las mejores bazas de los andaluces, poco, muy poco para intentar plantar cara al actual Barcelona. McIntyre y Garbajosa aportarán su veteranía y oficio, pero tampoco parece suficiente para competir de igual a igual contra un equipo que cuenta con dos (o más) jugadores solventes por posición. Ricky, Navarro, Anderson, F. Vázquez, Lorbek, Morris, Lakovic… .

Pronostico: Barça 2-0.


- Madrid / Fuenlabrada.
En un principio se podría pensar que la irregularidad mostrada por el Madrid en este tramo final, el desgaste físico y anímico sufrido en la F4 y el último enfrentamiento directo entre ambos, dejan la eliminatoria bastante abierta y en el aire. Pero nada más lejos de la realidad, pues todo lo que no sea una clara victoria del Madrid se podrá considerar una sorpresa mayúscula o un desastre.
El Fuenlabrada llega a esta eliminatoria con un estado anímico sobresaliente y con la ilusión de poder dar la sorpresa, pero analizando fríamente el equipo, nos daremos cuenta de que van muy justos de efectivos. K. Valters y G. Ayón son sus mejores hombres y la aportación de D. Kus, L. Barton y L. Mainoldi es muy importante, pero fuera de estos, prácticamente no hay nada más.
En el Madrid, es cierto que la irregularidad se ha instaurado en el grupo, y que la tipología de equipo que presenta el Fuenla no es la que mejor se le da, pero amparados principalmente en la defensa y en las individualidades, no tendrían porqué sufrir, pues línea por línea y jugador por jugador son muy superiores.

Será interesante ver como G. Ayón se enfrenta a la batería de pivots madridistas, como K. Valters se desenvuelve en su duelo personal con S. Llull e intenta revolucionar los partidos y si X. Rabaseda ha explotado definitivamente.
Por parte madridista, C. Suárez y A. Tomic no tienen contrapunto en el rival y es por ahí por donde se puede decantar claramente la eliminatoria.

Pronostico: Madrid 2-0.


- P.E Valencia / B.B.B.
Posiblemente la eliminatoria más igualada de las cuatro.
Los valencianos han demostrado que son muy fuertes mentalmente y que han asimilado la filosofía Pesic al cien por cien, transformándose en un equipo sufridor y competitivo. Son duros, muy duros.
Los partidos de esta eliminatoria serán muy exigentes y con muchísimo desgaste, incluso no es descartable que se jueguen con una intensidad fuera de lo normal, pues es lo que tienen una serie igualada y más a tres partidos.
El BBB es un rival muy complicado, y no solo para el P.E y en este caso, pues competitivamente hablando, han crecido mucho estos dos últimos años y tiene un poder ofensivo tremendo y una polivalencia envidiable que harían sufrir a cualquier rival.
La eliminatoria, en un principio, parece inclinarse del lado valenciano, pero estos no pueden, ni deben confiarse (en muchos medios afines ya se habla de revancha contra el Madrid), pues aunque individualmente parecen contar con ventaja, esto no está tan claro, y si hay alguien que conozca y pueda despiezar perfectamente a este equipo es F. Katsikaris.

D. Mavroeidis está en disposición de enfrentarse a Javtokas y Lishchuk en igualdad de condiciones. Hervelle y Banic pueden ser una pesadilla para Savanovic. El enfrentamiento directo entre Mumbrú y Claver seguramente será lo mejor de la serie, al igual que lo de R. Martínez contra Ch. Warren. Y para terminar, A. Jackson contra la mejor pareja de bases de la liga, O. Cook y N. De Colo. Sin olvidarnos de la aportación de jugadores como J. Augustine, Richardson, Vasileiadis y J Blums. Duelos individuales muy interesantes.

Pronostico: Serie muy igualada y propensa a la sorpresa. 2-1 para el P.E Valencia aunque no descartaría el mismo desenlace pero favorable al BBB.


- C.L Baskonia / Gran Canarias.
¿Pasaran los insulares por fin de cuartos?. Parece difícil, pero no es imposible.
A tres partidos la serie está mucho más abierta.
El G.C tiene que seguir con ese juego descarado que ha mostrado en los últimos partidos, confiar ciegamente en su perímetro y asumir riesgos con una defensa tremendamente agresiva. Si consigue mantener estas premisas y ganan en campo propio, tiene opciones.
El C.L esta temporada ha sido más irregular y menos contundente que de costumbre, pero si hay un equipo que se metamorfosea cuando llegan los play-off este es el Baskonia. Han incorporado nuevas piezas (como viene siendo habitual), incrementando así la profundidad de banquillo y por tanto, la intensidad en un juego ya de por si intenso.

Por parte del G.C, es imprescindible que T. Bellas, M. Bramos, J. Moran y J. Beirán se multipliquen y expriman en defensa, por dos razones. Primera, intentar entorpecer lo máximo posible el juego de M. Huertas y frenar el caudal ofensivo de S. Emeterio. Y segunda, liberar de esa tarea a J. Carroll (P. Ribas y Oleson serán su sombra) el cual tiene que estar fresco en ataque para ser su referente anotador y jugador determinante. En el juego interior, Teletovic se las vera con un buen defensor como S. Nelson, lo cual le dificultara sus ansias anotadoras. S. Barac y Batista, aunque parecen tener superioridad, también tendrán duras piedras de toque ante C.J Wallace, X. Rey y D. Borovnjak. La reaparición de S. Savané y el rendimiento de V. Dragicevic son una incógnita.

Pronostico: Baskonia 2-1. Eliminatoria igualada y abierta a la sorpresa.

LaFura37@hotmail.com

viernes, 13 de mayo de 2011

Final Four 2011. Conclusiones finales.

Pasados unos días y con los ánimos más calmados, creo que es el momento de sacar conclusiones y opinar de forma más fría y coherente sobre lo que ha sido y nos ha deparado esta Final Four de Barcelona.



Cuatro equipos, cuatro formas diferentes de interpretar el baloncesto y muchas conclusiones. Positivas la mayoría, pero también alguna negativa.
M. Siena, Maccabi y Panathinaikos nos han deparado una muy buena F4, pero por desgracia no el Madrid (“quien más te quiere te hará llorar”). Y este el propósito, intentar sacar, siempre desde un punto de vista personal, las mejores conclusiones posibles.

- M. Siena.

. Tienen el mejor base de Europa. Seguramente nadie discutirá, que a día de hoy B. McCalebb es el mejor base del viejo continente.
Este jugador igual “juega” que “hace jugar”. Ha pasado de ser lo que se podría denominar “un jugón”, ha ser el faro y timón de su equipo. Está en plena madurez deportiva y si ya en el Partizán era bueno, ahora es buenísimo.
El trabajar a las órdenes de Pianigiani (al César lo que es del César) le ha enriquecido tácticamente y le ha proporcionado una visión y lectura más amplia del juego, que era justo en lo que más flaqueaba. En pocas palabras, un base total.

. Este equipo se ha convertido en el último valladar (a la espera de la resurrección del nuevo A.J Milán) del otrora poderoso imperio italiano. Compiten hasta el último aliento y segundo, heredando la esencia de lo que eran los equipos italianos de antaño. Y parte de esa competitividad es gracias a su dúo lituano.
Kaukenas y Lavrinovic dotan a este equipo de carácter y de talento y le añaden ese plus competitivo tan necesario en las grandes citas (¿verdad Olympiakos?), “carácter lituano” lo llaman algunos. Implicación, estabilidad y sentirse parte importante de un proyecto, prefiero llamarlo yo.

. Y Rakovic. Un tío ancho y fuerte, que no es ningún portento técnico y que casi no salta, pero hay señores, en este vendito deporte las gañas, la intensidad y el coraje son tan importantes como los planteamientos tácticos o el talento individual y a este, “por cojones” no le ha ganado nadie en Barcelona.

- Maccabi.

. En primer lugar el entrenador. Cuando un entrenador se queda sin su mejor jugador (D. Perkins) lo primero que intenta es variar sus sistemas, amoldarlos a la nueva situación y encontrar alguna alternativa. Pero no, D. Blatt no ha variado en nada el juego de “su” Maccabi, ha continuado como durante toda la temporada, juego eléctrico y alegre, marcadores elevados y “mil y un” entramados defensivos que le permitieran robar para salir volando.
Un entrenador que optimiza al máximo los recursos de los que dispone (Benetton, Aris y selección Rusa, como ejemplos), que nunca se queja y que difícilmente aburre. La Copa, fue para Obradovic, pero él también triunfó en esta Final Four.

. D. Blu y Pnini. Estos dos jugadores son otro claro ejemplo de lo que significa sentir los colores. Reservas eternos, de esos que año tras año tienen que ver y sufrir como el extranjero de turno les roba minutos y les relega al banquillo, pero, son de esos jugadores que cuando saltan a la cancha solo piensan en el equipo, en rendir y aportar. Jugadores que siempre suman. Rebote, defensa, robos, algún puntito, pero sobre, todo implicación y entrega.

. Y como no, la facilidad que tienen en este equipo para descubrir “americanos”. Perkins y Pargo, o Pargo y Perkins, como cada uno deseé. Dos tíos completamente desconocidos, descubiertos y sacados de Dios sabe dónde y que a día de hoy son de lo más cotizado de Europa. Todo un acierto (uno más) de la dirección deportiva macabea y ya van unas cuantas estos últimos años.

.Pero si descubrir americanos se les da muy bien, aún hay algo que se les da mejor, y no es otra que la de inventarse figuras. Jugadores como Ch. Eidson y S. Schortsanitis son un claro ejemplo. El primero fichado “por cuatro duros” del Lietuvos y el segundo considerado poco menos que un despojo de tienta en el Olympiakos. Dos jugadores imprescindibles en el actual Maccabi.

- Panathinaikos.

.Tienen al mejor jugador de Europa, D. Diamantidis. El más determinante y el único jugador que por sí solo puede cambiar el devenir de un encuentro.
Puede ocupar indistintamente la posición de base, escolta e incluso alero y en las tres es un jugador diferencial, un autentico crack. Pero lo mejor y lo que le hace único es la facilidad que tiene para plasmar en la cancha las ideas y designios de su entrenador.

. Otro que tampoco tiene competencia en su puesto es M. Batiste. En un principio se podría pensar que no es muy alto, incluso bajo para ser pivot, pero, como he comentado antes, no todo son los centímetros. Para jugar en posiciones interiores los kilos, la intensidad y la fuerza son tan importantes como los centímetros y en esta ecuación, a Batiste no hay ningún pivot en Europa que le supere. Otro de los factores determinantes del actual campeón.

. D. Nicholas y A. Fotsis también se merecen su espacio. El primero, a las órdenes de Obradovic, se ha reconvertido a jugador de baloncesto. Ha pasado de ser un jugador anárquico y egoísta que pensaba principalmente en sus estadísticas a ser el jugador que templa el juego, que da carácter y que actúa de especialista en todo un campeón de Europa.
¿Y Fotsis?. Como ha madurado este jugador, impresionante. Quien se podía imaginar que aquel jugador imberbe y frío que pasó por Madrid se convertiría con el paso de los años en una de las piezas más importantes del Panathinaikos.
Defensa, rebotes, intensidad, lucha, sacrificio, estas son algunas de las cualidades que tiene el actual A. Fotsis. Resumiendo, el jugador que equilibra el juego del PAO.

. Rey de Reyes. Así de fácil podemos definir a Z. Obradovic. Sobran las palabras.
Táctica y psicológicamente es el mejor de Europa. En lo táctico se amolda a cualquier planteamiento y rival. Y en lo psicológico hay pocos (por no decir ninguno) que saque tanto partido a los peones de los que disponen.
Y por cierto, tiene 8 Euroligas, las mismas que, por ejemplo, toda una institución como el R. Madrid de baloncesto.

- R. Madrid.

¿Por dónde comienzo?. Bueno, de arriba hacia abajo.
. Educado y políticamente correcto. J. Valdano fue el primero (y único) que dio la cara tras el partido contra el Maccabi.
No le gusta el baloncesto, esto es sabido por todos, pero cumple con su papel. Profesional e implicado como pocos defendió al equipo y a la institución en ese momento tan delicado. Está claro que es parte de su trabajo, pero hay formas y formas de hacerlo y en ese caso, fue sutil y delicado en un momento y con unas circunstancias que invitaban a lo contrario.

. El segundo del despiece, J.C Sánchez. Personaje acostumbrado a moverse en las altas esferas, serio y trabajador. Involucrado y parte importante de grandes proyectos. Siempre ha trabajado en la sombra, sin ser protagonista, pero con unos resultados excelentes y una integridad fuera de toda duda.
Entonces, ¿Qué le está pasando en el Madrid actual?. Esta es la cuestión.
Acostumbrado a trabajar entre bastidores, el día a día del equipo le está pasando factura. Al igual que no medir bien las palabras en ciertos momentos, el afán de protagonismo y el no asumir ciertas responsabilidades. Todo esto le está desgastando en exceso y afectando directamente al equipo.
Por el bien del equipo, sus funciones tendrían que ser y estar más ligadas a la dirección y a lo político que a lo deportivo.

.El tercero en discordia es A. Herreros. ¿Qué cargo y que funciones desempeña A. Herreros en el Madrid?, esto me lo he preguntado bastantes veces y aún no tengo respuesta.
Parapetado siempre detrás de un primer espada (A. Martín, A. Maceiras y J.C Sánchez) lleva camino de perpetuarse en el club y lo peor, con la sensación de que ni tiene obligaciones predeterminadas ni responsabilidad alguna. Como dice un amigo mío: “Nunca un triple ha salido tan caro”.
En lo referente a la F4, habló tarde y mal, no dio ninguna explicación, ni lógica, ni coherente, ni razonable, simplemente se despachó con algo como esto:
“Necesitamos un equipo más físico para poder competir en una Final Four”. Para ponerse a temblar y santiguarse, pues la última vez que A. Herreros pronuncio, equipo, físico y competir en la misma frase llegaron Hosley y Massey.

. Que pase el siguiente. E. Molin. Está claro que se ha comido el marrón más grande de los últimos años, pero fue decisión suya.
No ha definido su estilo y con eso ha arrastrado al equipo. Lo tenía muy fácil, “o palo, o zanahoria”. Si la elección hubiera sido “palo” no hubiese durado ni dos telediarios, pues si este equipo consiguió hastiar hasta la dimisión a Messina, que no hubiesen hecho con él.
Por eso lo tuvo fácil, “zanahoria”. Asumió el papel de poli bueno (aunque eso no case mucho con la filosofía que ha mamado durante años), pero no cuela, pues con comentarios y declaraciones como las de antes y después de la final Four ha quedado retratado.
Su F4 ha sido desastrosa, no ha acertado en ninguna decisión y ha seguido con la filosofía del castigo y los despropósitos. Por desgracia, parece que terminará la temporada (no hay cosa peor, que saber uno que tiene fecha de caducidad), cobrara la totalidad del contrato (que era lo que quería) y misión cumplida. Y mientras, ¿el equipo que?.

. Y para terminar, el equipo. Que llegar a la Final Four ha sido un éxito nadie lo puede negar, pero que ni se ha estado a la altura, ni se ha competido, tampoco.
Autocomplacencia. Esta es la palabra que más ha sonado al referirse al equipo. Personalmente no dudo de la profesionalidad de los jugadores, ni mucho menos, pero el nivel competitivo mostrado ha sido muy pobre y la mayoría de las excusas que han rodeado e intentado enmascarar el rendimiento, juego y competitividad, lamentables y patéticas.
El equipo parece agotado tanto física como mentalmente, como si la eliminatoria contra el P.E Valencia les hubiera fundido, pero esto tampoco puede, ni debe servir de pretexto o excusa pues el tren de la liga no para y los play-off ya casi están aquí.
Ah, y otro claro ejemplo de que algo no funciona en este equipo es que a excepción de Mirotic (por edad) y apurando mucho, mucho, mucho, Tomic, ninguno de los componentes de esta plantilla es mejor y rinde más hoy, que hace dos años.

Por mi parte, con esta entrada cierro todo lo referente a esta Final Four. Pero para terminar pegaré el comentario que publicó Morgana22 en “Hablar de básquet”, el cual deja muy a las claras el sentimiento de rabia y frustración de una gran parte de la afición.

- UN PRESENTE HARAPIENTO Y UN FUTURO DESCONCERTANTE.

"Hola a todos:
Pasada la Final Four de la vergüenza y el oprobio no recuerdo un espectáculo más lamentable en los 29 años que llevo siguiendo a este equipo (final de la Recopa de Europa de 1982 ante la Cibona) toca mirar para adelante.
He leído los comentarios de los compañeros y evidentemente coincido más con unos que con otros pero creo que el común denominador es la frustración y la vergüenza para con este equipo.
Llegar a la FF está muy bien pero si no se es consciente de lo que uno representa cuando se pone el escudo del Madrid no hay nada más que decir. La manera de despedirnos de ella ha tirado el ya de por sí escaso crédito que despertó esta escuadra.
Cuando el presente es desalentador y harapiento el ser humano se refugia en futuros porvenires de buenaventura sobre los que proyectar nuestras ilusiones. MAL ASUNTO.
No ha habido absolutamente nadie cualificado en este club y digo esto último entendiendo como tal a cargo o directivo, ya que el adjetivo es obvio que sobra, que haya hecho un análisis con rigor del asunto. La prueba de la hediondez y miseria deportiva que rigen esta sección es que se lanzan globos sondas a distintos medios para distraer a una masa social y de simpatizantes aburrida, harta y decepcionada ora profetizando la llegada de Messina (PARA CERRAR EL KIOSKO POR CIERTO) como general manager, ora anunciando el fichaje de Jaycee Carroll o sino agitando espantapájaros en forma de entrenadores varios.
Insisto nadie en el club hace un análisis de la situación mientras tanto el equipo vegeta en una falsa y asquerosa autocomplacencia con un técnico de prestado y con media plantilla sabiendo que no seguirá.
Un escenario absolutamente aterrador y con el PoWer Electronics con Claver y Augustine agazapados esperándonos en semis si antes no nos marcamos algún detalle tipo UNICAJA 2008 con ese mito del baloncesto llamado PLAZA.
En el año 1985 cuando éramos humillados por uno de los mejores jugadores de la historia, Drazen Petrovic, en la final de la Copa de Europa mis ojos se llenaban de lágrimas e indignación maldiciendo a aquel demonio de ojos rizados pero el Madrid aguantó hasta el final peleando y luchando. Los famosos Corbalán, Martín, Jackson, Robinson e Iturriaga, imagino que 26 años después algo tendrían aquellos jugadores cuando aún recitamos sus nombres.
Dentro de 26 años alguien se acordará de alguno de los que estuvieron en el Sant Jordi?
Saludos.
Morgana."

LaFura37@hotmail.com

lunes, 9 de mayo de 2011

Final Four 2011, Barcelona. Final, Panathinaikos – Maccabi.

¿Qué clase de final nos espera?. Seguramente esta era la gran pregunta que se planteaban la mayoría de los aficionados horas antes del partido.

Por una parte, el Panathinaikos, el equipo más camaleónico de la competición, capaz de amoldarse a cualquier tipo de planteamientos tácticos y salir vencedor.
Con dos claros ejemplos, el enfrentamiento cuerpo a cuerpo y de poder a poder que fue la eliminatoria contra el Barça y la guerra de guerrillas en que se convirtió la semifinal contra el Siena. Dos planteamientos tan diferentes entre sí como semejantes en desenlace.
Y por otra, el Maccabi. Seguramente el equipo más predecible de cuantos llegaron a los pasados cuartos de final, pues durante toda la competición no variaron para nada su forma de jugar y mantuvieron intacto su estilo de juego. Un estilo rápido, dinámico, basado más en lo individual que en lo colectivo, que por momentos incluso rozaba el anarquismo, pero que curiosamente, todos los implicados remaban en la misma dirección, curioso y contradictorio, pero tan real como legitimo. Sin ninguna duda el baloncesto más vistoso y atractivo de esta Euroliga.


- Los dos equipos parecían tenerlo claro de inicio. El Maccabi, intentarlo con su estilo, correr, correr y correr, anotar rápido y proponer un tanteo abultado.
Pero ya desde el comienzo se vio que esto no sería así.
El PAO, por su parte, tenía muy bien estudiada la situación y consiguió llevar el juego a su terreno, al que más le interesaba. Desde el principio, la consigna parecía clara, cargar el juego al poste bajo para de esta forma castigar al mejor activo del rival, y funcionó. Schortsanitis lo pasaba mal, en defensa era atacado constante y directamente, lo cual lo desgastaba en exceso y le lastraba ofensivamente, pues con tanto esfuerzo físico le costaba seguir el ritmo que imponía su equipo.
Aunque la aportación de Schortsanitis no era la esperada y se habían visto sorprendidos por los griegos, el Maccabi seguía a lo suyo, y en ningún momento dieron la sensación de intentar cambiar de estrategia.
Mal, el Maccabi lo estaba pasando mal, pues su desacierto en el tiro era alarmante, el rebote ofensivo no existía y solo el rebote defensivo y el acierto en los triples les mantenían en el partido. Por su parte el PAO, no renunciaba a correr, es más, salía rápido a la más mínima oportunidad, controlaba el juego desde la defensa y Diamantidis y Batiste imponían su ley.
Un cuarto perfecto para el Panathinaikos que finalizaba con un 15-22 a su favor.

En el segundo cuarto el Maccabi salió más concentrado, apretó mucho más en defensa y el acierto en los lanzamientos fue mayor.
El PAO, visto el arranque del Maccabi y temerosos de que consiguieran llevar el juego a su terreno, propuso un juego más físico, una defensa más agresiva y cortó cualquier forma de alegría en el juego rival.
El dominio en ese principio de cuarto era del Maccabi. El PAO no conseguía entrar en el partido, incluso perdió el rebote que tan buenos dividendos le generaba y solo Diamantidis parecía un valor seguro.
El Maccabi estaba mucho más metido en el partido y de la mano de un sensacional Ch. Eidson parecía que podía voltear el marcador. Pero no lo consiguió y a falta de tres minutos para la conclusión de esa primera parte, el PAO recuperó el dominio del juego, principalmente gracias a la presión que ejercían sobre el jugador que tenía el balón.
Una primera parte espectacular que terminó 30-33 a favor de los griegos, gracias principalmente al paupérrimo porcentaje en el tiro del cuadro israelí (4 de 21).


En la reanudación, el PAO no se dejó sorprender por el empuje y brío del Maccabi como había sucedido en el segundo cuarto y decidió ejercer más control sobre el juego y hacer circular mucho más la pelota, lo cual frenó el ímpetu del Maccabi, pero solo en un principio.
El Maccabi, sorprendido de inicio, entró rápidamente en el partido, se puso a defender fuerte y a correr a la mínima oportunidad. Incluso cuando el PAO conseguía cortar las rápidas transiciones y hacerles jugar en estático, encontraban a Schortsanitis con facilidad.
Eran los mejores momentos del Maccabi, pero duraron poco. Lo que tardaron Diamantidis y Nicholas en hacerse con el control de la situación.
El Panathinaikos recuperó el dominio del encuentro y anotaba fácil (+7), todo lo contrario que el Maccabi, que seguía con unos porcentajes horrorosos en el tiro de dos (7 de 29).
Los griegos gobernaban totalmente el encuentro, imponían el ritmo que más les convenía y siempre hacían llegar el balón al jugador mejor colocado. El Maccabi sufría, lo pasaba mal, incluso podríamos decir que estaban en su punto más crítico, pues a falta de un minuto y medio la ventaja del Panathinaikos era de 11 puntos, llegando al final de este tercer cuarto con un tanteo de 43-54.

El asunto pintaba muy mal para el Maccabi, pero empezaron el último cuarto bien, remando contra corriente, pero bien. Pero, por desgracia para sus intereses, el PAO controlaba perfectamente el juego, muy serios en defensa, inteligentes en ataque y jugando excelentemente con el marcador.
Pese al esfuerzo inicial el Maccabi no consiguió disminuir la desventaja y entraron en el momento más delicado del encuentro.
Faltaban siete minutos para la conclusión, la desventaja era de 14 puntos, y lo peor, con la sensación de que el PAO administraba muy bien sus recursos y explotaba concienzuda e inteligentemente las cualidades de todos sus jugadores. Diamantidis en la dirección, Nicholas templando el juego, Batiste dominando ambas zonas y un serio Fotsis aportando veteranía y madurez.
Demasiado, tal vez, para un Maccabi que honrosamente no renunció a su estilo y que aún a riesgo de sufrir la humillación de una diferencia mayor, prescindió de sus hombres grandes para intentar correr un poco más y rifarlo todo a la heroica.
El PAO confiado y sabedor de su ventaja (+14 a falta de cuatro minutos), falló algunos ataques clave y esto y el especular en demasía, hizo que no rompieran definitivamente el encuentro dándole de esa forma vidilla a un Maccabi que fue intenso y luchó hasta el final, incluso a un minuto y veinte segundos del final se situó solo a cinco de desventaja, pero el Panathinaikos es un equipo veterano, experto y que tiene jugadores para este tipo de encuentros, por eso era imposible que se les escapara el triunfo.
Al final, 70-78 siendo el Panathinaikos un justo y honroso vencedor.


Maccabi, 70. (15+15+13+27): Pargo (12), Eidson (17), Pnini (8), Eliyahu (12), Schortsanitis (4) -cinco inicial- Blu (14), Hendrix (-), Burstein (-), Macvan (3) y Sharp (-).

Panathinaikos, 78. (22+11+21+24): Diamantidis (16), Calathes (4), Sato (13), Fotsis (5), Vougioukas (4) -cinco inicial- Batiste (18), Maric (2), Perperoglou (2), Nicholas (14), Tsartsaris (-), Kaimakoglou (-) y Tepic (-).

Árbitros: Juan Carlos Mitjana (ESP), Luigi Lamonica (ITA) y Robert Lottermorser (GER). Eliminaron por cinco faltas personales a Pnini (min.40).


LaFura@hotmail.com

sábado, 7 de mayo de 2011

Final Four 2011, Barcelona (Semifinales).


La primera conclusión, y más importante, que se puede extraer de estas semifinales es la siguiente.
Han ganado los dos equipos que han tenido un verdadero crack en el juego exterior y un interior solvente y determinante. Por parte del PAO, Diamantidis y Batiste y por parte del Maccabi, Eidson y Schortsanitis. Por el contrario, ni Siena, ni Madrid han contado, al menos en estos partidos, con estas dos piezas, a la postre, definitivas.

- Panathinaikos - M. Siena.

El partido comenzó de forma muy favorable a los italianos. Su defensa era muy buena, el dominio del rebote apabullante y la lectura del partido perfecta.
Con estos factores a su favor, consiguieron las primeras ventajas en el marcador.
Por su parte el PAO, no le cogía el pulso al partido, pero lejos de ponerse nerviosos (a esto se le llama experiencia), siguieron a su ritmo, conscientes de que eso era muy largo y sabedores de que sino le perdían la cara al encuentro tendrían su oportunidad.
Como así fue.
El Siena seguía dominando el rebote, incluso defendía mejor, pero sus pobres porcentajes de acierto les lastraban considerablemente. Y mientras, el PAO entraba poco a poco en el partido.
Llegamos (desde mi punto de vista) al momento clave del partido. El último tiempo muerto, por parte italiana, de la primera parte. Algo pasó en ese tiempo muerto (según P. Martínez, bronca del Pianigiani a McCalebb) pues el Siena falló estrepitosa y sorprendentemente los tres últimos y claros ataques, cosa que aprovecharon los griegos para retirarse al vestuario con la ventaja en el marcador y la sensación de que tenían el dominio y control del partido.


Tras el descanso, llegó el despropósito (mucho más acusado en las filas italianas), lo que estaba siendo un muy buen partido se convirtió en un desconcierto total. Nadie anotaba (sorprendente e inusual lo del Siena en este apartado), no había ideas, ninguno de los técnicos acertaba con su quinteto… . Pero fue ahí donde emergió la figura de un tío experto y veterano como Obradovic, un entrenador acostumbrado a jugar ese tipo de partido. Un solo y simple cambio cambiaron la dinámica del juego y del partido. Diamantidis, que estaba jugando de escolta, pasó a dirigir el juego y Calathes, en estado de gracia anotador, pasó a la posición de escolta. Esto y el resurgir de un Batiste que comenzó a dominar ambas zonas hicieron que poco a poco la diferencia se incrementara a favor del Panathianaikos en 10-12 puntos.
A partir de entonces, todo fue “un quiero y no puedo” por parte italiana, pues la experiencia, el saber estar y sobre todo, el haber jugado muchos más partidos como estos, hizo que la balanza se decantara a favor de un PAO que fue un justo vencedor.

Panathinaikos, 77 (17+23+16+21): Diamantidis (8), Calathes (17) Sato (6), Fotsis (14), Vougioukas (6) -cinco inicial- Batiste (16), Perperoglou (5), Nicholas (3) y Tsartsaris (2).

Montepaschi Siena, 69 (21+15+11+22): Jaric (-), Hairston (12), Moss (6), Rakovic (10), Lavrinovic (7) -cinco inicial- Kaukenas (13), Stonerook (4), Zizis (4), Ress (-), Akindele (4), McCalebb (7) y Carraretto (2).

Árbitros: Juan Carlos Mitjana (ESP), Grzegorz Ziemblicki (POL), Robert Lottermoser (GER). Eliminaron por cinco faltas personales a Lavrinovic (min.36) y Stonerook (min.40).


- Maccabi – Madrid.

Los dos equipos parecían tener claro desde un principio cual tenía que ser su partido y estrategia. Por parte del Madrid, el “uso y abuso” del juego interior, donde la calidad ofensiva de Tomic y la garra de F. Reyes tenían que desgastar a un Schortsanitis tan importante como imprescindible. Y por parte del Maccabi, correr, correr y correr, en definitiva, lo que han hecho durante toda la temporada e intentar meter más de 80 puntos, lo cual casi les asegura la victoria.
Al Madrid no le iba mal con ese planteamiento, pues dominaba, dentro de lo posible, el juego interior y era Prigioni el que comandaba el juego exterior, tanto en dirección como en acierto anotador.
Por su parte el Maccabi, no conseguía imponer su estilo, se veía frenado por la defensa madridista, y aunque se fueron al descanso con una pequeña ventaja, sus guarismos eran pobres y estaban muy lejos de conseguir los ansiados 80 puntos.
En definitiva, el Madrid tenía el partido donde le interesaba, buena defensa, tanteo bajo, ritmo pausado y control del juego.


El Madrid reanudó el encuentro con un quinteto, como menos sorprendente, S. Rodríguez, Llull, Suárez, Mirotic y Tomic, pues ni Prigioni, ni F. Reyes, los dos mejores (junto a Tomic) del encuentro y más expertos no comenzaron de salida.
Se aguantó bien esa primera mitad de cuarto (aunque hubo momentos muy críticos), no se recortaba la distancia, pero tampoco se dejaba escapar al Maccabi. Pero llegó ese fatídico minuto 28 y la jugada clave (desde mi punto de vista).
Ch. Eidson anota, roba la pelota tras saque de fondo, vuelve a anotar y saca falta. En definitiva, jugada de cinco puntos y +10 para un Maccabi que terminó el cuarto con 12 puntos de ventaja.
En el último cuarto, el Maccabi en lugar de intentar administrar la ventaja obtenida, siguió jugando a lo suyo, imprimiendo más velocidad (si cabe) al juego e intentando anotar lo más rápido posible (impresionantes porcentajes), en conclusión, seguir siendo fieles a su juego y estilo. Por el contrario, el Madrid no supo o pudo reaccionar, el partido se le puso muy cuesta arriba y empezó a aparecer la juventud e inexperiencia de alguno de sus jugadores. El partido estaba perdido, el dominio macabeo era total y solo la épica lo podría remediar, pero eso no pasó y gracias al acierto y a la intensidad de todos sus jugadores, el Maccabi finiquitó el choque con un apabullante 82-63.

Maccabi, 82 (14+18+23+27): Pargo (13), Eliyahu (1), Pnini (14), Eidson (19) y Schortsanitis (16) -equipo inicial-, Hendrix (6), Sharp (3), Blu (10), Burstein y Macvan.

Real Madrid, 63 (12+17+18+16): Tomic (17), Prigioni (9), Reyes (15), Suárez (8) y Llull (9) -equipo inicial-, Mirotic, Rodríguez, Fischer (2) y Tucker (3).

Árbitros: Luigi Lamonica (ITA), Christos Christodoulou (GRE) y Zoran Sutulovic (MNE). Sin eliminados

- Conclusiones:
Personalmente, yo me conformaba con llegar a la F4 y todo lo que se pudiera conseguir a partir de ahí lo consideraría un éxito.
Este es un equipo de futuro, joven, talentoso y que seguramente en un futuro no muy lejano nos dará muchas alegrías, pero eso no quita el que se le puedan achacar algunos errores y defectos.

Prigioni es la brújula y termómetro de este equipo y por el pasan la mayor parte de las aspiraciones de este equipo. Imprescindible que esté centrado al cien por cien y que deje de enfrascarse en “batallas” ridículas y sin sentido.
Llull es el presente y futuro de este equipo, pero debe tener a alguien que sepa guiarlo, dirigirlo y dosificarlo. A día de hoy parece “quemado” y lo peor, da síntomas de estancamiento.
C. Suárez. Lo de este jugador es preocupante, ha pasado de ser un jugador que hacia de todo y todo bien a un “monofásico” que basa todo su juego en el tiro de tres. El jugador que más está acusando (junto a Mirotic) la ausencia de Messina.
Mirotic. ¿Qué pasa con él?. Seguramente esta es la gran pregunta del madridismo. Alarmante el descenso de minutos y rendimiento de este jugador en las últimas semanas.
Tomic, es tan bueno en ataque como limitado en defensa. En algún momento de la temporada parecía mejorar en defensa, pero ha sido solo un espejismo. Si lo consigue, se convertirá en el mejor pivot de Europa, sino… .
F. Reyes. Si este jugador sigue siendo el mejor y más regular del equipo (ayer y en líneas generales) tenemos un problema. Tendría que ser un muy buen complemento, pero ya no un referente.
Sobre Tucker me niego a comentar nada, solo hace falta verle jugar.
Y sobre S. Vidal (¿seguro que ayer no podía aportar nada?), Velickovic y Begic, “no comment”.

Visto todo esto, el partido de ayer en particular y toda la temporada en general, faltan imperiosamente un tirador solvente, un pivot determinante y un base de garantías para sustituir a Prigioni en caso de que este no siga. Siendo imprescindible para ello aumentar considerablemente el presupuesto.


LaFura37@hotmail.com

martes, 3 de mayo de 2011

Partidos históricos. Final Euroliga´95, R. Madrid-Olympiakos.

- Quintetos titulares.

R. Madrid: Antúnez, Santos, G. Coll, Arlauckas y Sabonis.
Olympiakos: Tomic, Sigalas, E. Johnson, Volkov y Fassoulas.


El partido comenzó con defensas individuales por parte de ambos equipos y con un juego pausado y controlado, lo que denotaba un claro síntoma de toma de contacto entre los dos contendientes
En líneas generales, en esos primeros minutos el tiro exterior se imponía al juego interior, las defensas eran duras e intensas, desplazarse e incluso moverse con cierta facilidad por las inmediaciones de la zona era toda una quimera y la batalla parecía encaminada hacia el dominio de los duelos individuales.

Pero pronto empezó a clarificarse un poco el partido.
Por parte del Olympiakos, E. Johnson, su jugador estrella, estaba totalmente desacertado y descentrado, incluso se podría decir que estaba desaparecido y parte de culpa era gracias a la trabajada defensa que sobre él aplicaba I. Santos.


El Madrid le cogió rápidamente el pulso al partido y comenzó a controlarlo. Muestra de ello era un juego alegre y expeditivo donde la rápida circulación de pelota era protagonista principal, lo cual le permitía anotar con fluidez y soltura durante esos primeros minutos. Esto y Sabonis, el cual anotaba y distribuía juego casi sin oposición, daban la primera ventaja importante a los blancos.
El Olympiakos parecía más nervioso y descentrado y eso se traducía en un juego precipitado que no daba ningún tipo de dividendos a su favor. Cosa que no sucedía en el Madrid, donde un sobrio Antúnez marcaba el ritmo que más le convenía a su equipo y que no tenía contrapunto en el juego griego.


Los griegos, conscientes de que la desventaja se iba ensanchando poco a poco, subieron la intensidad defensiva, y eso y unos muy buenos minutos de Tarlac parecían el punto de inflexión en su juego, pero no fue así. Su defensa era muy buena, pero estaban negados en ataque donde no eran capaces de encontrar un referente válido. Ni E. Johnson, ni Volkov, ni nadie, el Olympiakos hacía agua ofensivamente hablando y para el Madrid el partido estaba siendo más fácil de lo supuesto en un primer momento.
El Madrid dominaba casi todos los aspectos del juego, destacando la gran fluidez del juego ofensivo y la buena circulación de la pelota, motivo este por el cual el balón siempre llegaba en excelentes condiciones al jugador mejor situado, generando situaciones de ventaja para encarar el aro rival, lo que suponía anotar con cierta facilidad.


Solo el juego interior y el dominio del rebote mantenían al Olympiakos en el partido, pues sus porcentajes de acierto eran calamitosos y no había forma de que pudieran alterar el mando y dominio que ejercía el Madrid sobre el ritmo del partido.
Gracias a su ostentosa defensa, el Madrid siempre se movió por encima de los diez puntos de ventaja, y era esa defensa, lo que colapsaba el ataque y agotaba a los jugadores griegos.


El entrenador griego, sorprendido por el planteamiento y juego madridista, no paraba de mover el banquillo sin conseguir dar con un quinteto sólido y consistente. Demasiados cambios que en nada beneficiaban a la estabilidad de su juego. Un juego irregular e inestable que pareció no preocupar nunca al Madrid.
El Madrid que a diferencia del Olympiakos, elaboraba concienzuda y pacientemente su ataque y que no tenía ningún problema en mantener y aumentar la diferencia en el marcador. Marcador que durante esa primera parte siempre fue favorable al Madrid y que rara vez bajo de los diez puntos.


En la segunda parte el Olympiakos salió decidido a cambiar el ritmo del encuentro, apretó más atrás y atacó con mayor decisión y rapidez, incluso ese incremento de la velocidad parecía que podía ser buena para sus interese, pero el Madrid estaba muy bien plantado en la cancha y aguantó con cierta facilidad ese empuje y buen comienzo griego.
Pasados esos minutos iniciales, todo siguió como en la primera parte, buena defensa del Madrid y muy mal unos E. Johnson y Volkov que tenían que ser los referentes ofensivos del Olympiakos, lo cual favoreció claramente los intereses del Madrid. Un Madrid que recuperaba para la causa a Arlauckas, el cual había estado desaparecido en el primer tiempo.


Al igual que durante todo lo transcurrido de encuentro, el Olympiakos sobrevivía gracias a su poder reboteador, pues ofensivamente era un equipo sin ideas, lastrado por sus supuestas estrellas y donde la falta de concentración era una rémora casi insalvable. Intentaron agarrarse a una fuerte defensa, pero ni por esas, pues el Madrid conseguía canastas relativamente fáciles y lo peor, sobre el límite de la posesión, lo que dejaba cada vez con menos tiempo a un equipo, el griego, que comenzaba a transmitir sensaciones de impotencia.


Antúnez seguía dominando el tempo del encuentro imponiendo un ritmo de juego pausado, pero haciendo circular el balón con rapidez y de forma fluida, que en definitiva, era lo que más convenía y mejores resultado había proporcionado a los intereses blancos. El dominio era total, y ni las personales de los hombres importantes del Madrid parecían un problema.
El Olympiakos, al igual que en la totalidad del choque, seguía moviendo el banquillo sin un sentido lógico y de forma garrafal, lo cual llegó a ser incluso contraproducente, pues la crispación, desencanto y frustración de sus jugadores era patente y palpable. Ese excesivo movimiento en nada favoreció al juego griego, el cual carecía de fluidez, claridad y tino y de esa forma era imposible recortar una desventaja, que sin ser excesiva, si parecía insalvable.
El Madrid seguía con su juego monótono y pausado, incluso lento y aburrido por momentos, pero que tan buen resultado le estaba dando y que a falta de siete minutos, parecía dejar el encuentro casi finiquitado.


El Madrid siempre se movió entre los ocho, diez y doce puntos de ventaja, pero lo más importante, siempre dominó el encuentro e incluso nunca pasó dificultades. Es más, podríamos afirmar que aunque se tratara de una final de Euroliga, el Olympiakos bajó los brazos definitivamente a falta de cinco minutos para el final y siempre fue sometido y controlado por un Madrid que dominó el encuentro de principio a fin.

Estadísticas aparecidas en el nº 494 de "Gigantes".