viernes, 6 de agosto de 2010

Camino del mundial (Argentina).

¿Es Argentina aspirante a medalla?. Antes de responder, repasaremos un poco su historia más actual, la de la gran selección Argentina, pues no olvidemos, que no hace muchos años, el nivel competitivo internacional de Argentina era más bien discreto. Los veteranos del lugar, los Milanesio, Campana, Uranga, Villar, Pérez, etc, dieron paso a lo que sería la avanzadilla y los cimientos de la mejor generación de la historia del basket argentino. A esos veteranos, se unió una prometedora generación formada entre otros por jugadores como Montecchia, Racca, Espil, Niccola y Ossela, muy seguidos de cerca por los Sconochini, Farabello, Wolkowyski y unos jovencísimos Victoriano, P. Sánchez y Oberto. Fue ahí cuando de verdad se empezó a deslumbrar el verdadero potencial de Argentina en esto del baloncesto. Fue entonces cuando esos mismos jugadores, decidieron y empezaron a emigrar a Europa. Otra forma de vida, otra forma de entender este deporte y lo más importante, otra forma de competir. Pero lo mejor aun estaba por llegar, a esa sobresaliente generación de magníficos jugadores se les unieron las jóvenes promesas emergentes, representadas por Scola, Noccioni, Herrmann, Ginobili y Prigioni principalmente. Ahora si, por fin argentina estaba preparada para competir de igual a igual con quien fuera. Lejos quedaba esa medalla de oro como anfitrión en el Panamericano de 1995 en Mar de Plata. Una comunión perfecta, la táctica y la técnica de la vieja Europa unida al carácter y la garra de los argentinos. La combinación perfecta para afrontar el Mundobasket del 2002 en Indianápolis. Aquella selección era sensacional, muestra de ello fue la derrota que le infringieron al combinado estadounidense en la fase de grupos, siendo así, la primera selección en derrotar a una selección estadounidense formada únicamente por integrantes de la NBA. El resultado final fue la plata, en una final muy tensa, polémica y discutida en la que Serbia gozó del favor arbitral en todo momento. Pero ahí estaban, Argentina se presentaba en sociedad y lo hacia por la puerta grande. Posteriormente llegaría la medalla de oro en las Olimpiadas de Atenas 2004 donde sinceramente no tuvieron rival y fueron los mejores sin discusión, dominando muchos partidos de forma incluso insultante. Japón 2006, quedaron cuartos, tras perder en semifinales con España (después campeona mundial), por un solo punto y en un partido disputado a cara de perro, una verdadera batalla baloncestistica. En Pekín 2008 consiguen el tercer puesto, pero su juego ya no ilusionaba tanto, su estilo había cambiado, dejando paso a un juego más tosco, basto y aguerrido, pero suficiente como para llevarles al bronce. Es en Pekín donde empieza a deslumbrarse el lento pero seguro ocaso de esta selección, los que hay son muy buenos, magníficos, los que se fueron dejaron su impronta y su recuerdo, pero nada, nada de relevo se divisa en el horizonte de la albiceleste, solo un irregular Delfino ha aportado un poco de aire fresco y calidad al grupo, poco, muy poco para afrontar un futuro no muy lejano que se les echa encima a pasos agigantados. Intentar competir y subir al podium en Turquía y ser competitivos y despedirse con honores en Londres, este parece ser el claro objetivo de esta maravillosa y asombrosa generación. Una generación que siempre permanecerá en la memoria y que nunca olvidaremos los amantes de este deporte. A lo que vamos. ¿Es Argentina aspirante a medalla?. Que cada cual aplique sus criterios y que responda. Desde mi punto de vista, lo primero que destacaremos de esta selección es la ausencia de M. Ginobili, el líder y alma de este equipo, una figura mundial y uno de los jugadores con más caché de la NBA. Posiblemente el mejor jugador del mundo buscándose los espacios y penetrando a canasta. Una ausencia destacable y más si cabe, por lo que significa para la albiceleste. Confirmada la baja de Manu, solo nos queda analizar la preselección y en esta, hay de todo como en botica. La posición de base es la más desguarnecida del equipo, solo Prigioni ofrece las máximas garantías, siendo secundado por el joven J. Fernández, prometedor pero con solo 20 años y nula experiencia internacional. Personalmente, hecho en falta más efectivos y más veteranía en esa posición, jugadores como los “españoles” N. Gianella y M. Stanic podrían y deberían tener cabida en esta lista, incluso A. Porta podría formar parte de ella. Escoltas, mucha cantidad pero de dudosa calidad, tanto Quinteros como D. García y V. Lacke han pasado la mayor parte de su carrera a caballo entre competiciones de primer y segundo nivel, incluso el primero, prefirió en su momento la LEB oro a jugar en la ACB, y los otros dos, han cuajado una temporada muy buena, pero donde de verdad tienen un nombre es en LEB. Delfino es un caso aparte, siempre ha estado tapado por le larga y agrandada sombra de Ginobili, por eso nunca se le he exigido y es ahí donde hay que verlo, ¿como asumirá el ser el sustituto de Ginobili? y ¿cómo responderá siendo la primera opción de perímetro?, de eso depende mucho el resultado de Argentina. Aleros, el incombustible Noccioni y un M. Sandes que se ha quedado estancado de forma alarmante en los últimos años, ¿no había nada más?, pues si, si había, empezando por el estudiantil H. Jasen y continuando por un irregular W. Herrmann, que aunque su temporada ha sido discreta, siempre responde con la selección. A/P. L. Scola y el vacío, ni Kammerich ni L. Gutiérrez son jugadores para una selección que aspire a medalla, dos jugadores que están a la espera del retiro definitivo en su competición domestica, Incluso el primero se negó la temporada pasada ha firmar con un club ACB. Pivots. Más de lo mismo, Oberto, en clara cuesta abajo, R. González, maneras y cuerpo de leñador en una cancha de basket, cumplidor y poco más, y Gutiérrez, otro que parece emigrará a su tierra, todo lo que pudo haber sido y no fue. Caso aparte es L. Mainoldi, un cuatro más que aceptable, intenso y con buen tiro que por diferentes circunstancias tiene que actuar de cinco, junto a Delfino, la base del futuro de esta selección. ¿Son aspirantes a medalla?. Si, si las lesiones los respetan y los cruces no les confieren alguna sorpresa, creo que si. Apostar a favor de los Prigioni, Delfino, Noccioni, Scola y Oberto es apostar a ganador, lo que genera dudas de verdad es el banquillo, y no solo los jugadores. A todo esto, lastima lo de Manu Ginobili. Próxima entrada; Turquía y Grecia.

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