Bueno, pues si, por fin se ha ganado la Liga.
Ha costado mucho, muchísimo y se ha sufrido más de lo
esperado, pero al final se ha logrado el objetivo.
Se ha ganado, sí, pero también se ha demostrado (y eso, para mí, era
tan importante como el mismo título) que el “Laso-Style” sirve para conseguir
grandes logros.
Nunca sabremos lo cerca que P. Laso ha estado del cadalso durante esta pasada final, pero de lo
que no hay duda es de que la “maquinaría” ha estado funcionando a tope, a pleno rendimiento y con total
predisposición a allanar el camino de la destitución si no se conquistaba el
tan ansiado título (seis años sin mojar en la ACB son demasiados).
Esta victoria simboliza algo más que un título. Es el triunfo de una idea,
de un estilo y de una forma diferente de concebir y entender el baloncesto.
Tras el fracaso del entrenador “Top” la verdad es que la
cosa, dentro de la Sección, no pintaba nada bien. La apuesta, supuestamente,
acertada y ganadora de Messina había
fracasado estrepitosamente y con ella las ansias de grandeza “baloncestísticas”
de un Presidente al que ni le gusta, ni le interesa esto de la pelota gorda.
Hastiado y desencantado, decidió “pasar”, aún más, del
basket. Delegó, cosa extraña en él, y mira tú por donde…, le ha salido bien!!!.
J.C Sánchez y A. Herreros, escaldados como estaban
por todo el “affaire” Messina,
decidieron olvidarse de miuras, grandes especímenes y machos alfa.
Se fijaron en lo autóctono, en la clase media trabajadora y
apostaron por P. Laso. Un ex de la
casa, conocido y amiguete, cuyo mayor logro, hasta ese momento, había sido el
no descender con el Lagun Aro. Pero,
la apuesta les ha salido bien, ha sido un gran éxito, un acierto y hemos salido
ganando todos.
Pero esto parece que no vale para el futbol.
En el futbol, al igual que pasó en el basket, la apuesta por
el entrenador “Top” ha sido un fracaso.
Pero hay Señor, aquí, en el futbol, ni se delega, ni se
“inventa”, ni hay cojones para arriesgar (¿o será que esto se mueven por otro
tipo de int€res?) .
Aquí, el perfil bajo, el producto nacional y la clase media trabajadora parece
que ni cuentan, ni interesan, ni tienen sitio. Es mejor apostar “sobre seguro”
por un J. Repesa de la vida (es lo
que me parece C. Ancelotti hasta que
no demuestre lo contrario), que jugársela con un P. Laso futbolero (que haberlos, hay los…, y con una propuesta muy,
muy interesante).
Pero no solo en lo referente al banquillo podría y debería
haber “fusión” basket-futbol, también en cuanto a jugadores, fichajes,
inversión, promoción, etc. Pero de todo esto hablaremos en la 2ª parte.
Ahhh!!!, y por cierto: No todo lo bueno ha de derivar en la
misma dirección. Hay bastantes cosas en el futbol que se hacen bien, muy bien y
eso también hay que tenerlo en cuenta. Cosillas, que sería más que interesante poderlas
trasladar al baloncesto. Pero como ya he dicho, de eso hablaremos en la 2ª
parte.
Y ya para terminar, la pregunta indiscreta (a partir de
ahora, aparecerá en todas las entradas):
¿Es o podría ser Pepe
Mel (R. Betis) el “P. Laso” del futbol español?.