miércoles, 2 de mayo de 2012

Pablo Laso 2.0 (virtudes y defectos).

Como comentaba en la entrada anterior, sobre P. Laso se puede escribir más, mucho más. Virtudes, defectos, puntos a favor, en contra… .

De entrada, me gustó como gestionó todo lo relacionado con su fichaje.
Para los grandes gurús y medios especializados nunca fue candidato, ni tan siquiera sonó. Y tras confirmarse su fichaje, ni un mal gesto, ni una mala palabra, ni tan siquiera un simple desplante y eso que motivos tenía más que de sobra, pues cada día que pasaba, un entrenador “Top” diferente era sentado en el banquillo blanco.

Supo mantener las formas y es muy de agradecer la “mano izquierda” con la que manejó esos momentos tan complicados y trémulos.

Personalmente me gusta que no vaya provocando “incendios” y me congratula el no tener que vivir en un “berenjenal” constante.
Su método y forma es totalmente diferente y nada tiene que ver con el pasado más reciente.
En este aspecto, una palabra. Tranquilidad (por ahora).

En lo referente al juego, pues también ha habido cosas interesantes y positivas.

La propuesta inicial de baloncesto rápido, dinámico y de ataque fue muy bien acogida por parte de la afición.
Todos aplaudimos (de inicio) ese baloncesto ofensivo, sin tanto corsé y rigurosidad táctica.
Parecía que la calidad individual y el talento se antepondrían a lo estricto del planteamiento y rigidez de los sistemas.
Resumiendo. Se permitía más libertad y concesiones en el juego, la improvisación estaba permitida y los errores no se castigaban con el banquillo y la pertinente bronca.

En definitiva, P. Laso, en principio, supo adaptarse a los jugadores y a sus características. Potenció las virtudes y disimuló los defectos, consiguiendo de ese modo y en esos primeros meses, embriagar y convencer al respetable.


Pero por desgracia, no todo ha sido tan bonito, ni oro todo lo que reluce.

Aún no está claro si se ha ganado el respeto del vestuario. Hay demasiados jugadores en plan tiovivo y es frecuente verles entrar y salir del quinteto titular con la misma facilidad con la que son olvidados en el banquillo.

Suplente, titulares y rotaciones. Necesita mejorar.

La falta de autoridad (es frecuente ver a S. Llull, por ejemplo, “hacer lo que quiere”), seriedad y disciplina (algunos “no la huelen” en los momentos calientes), también son asignatura pendiente.

Y está por ver como manejará los egos (J. Carroll, en detrimento de otros, ya es el favorito de la afición y el jugador más determinante del equipo) cuando llegue el momento importante de la temporada, el “prime time”.


En lo deportivo. Lo  primero y principal es ser competitivos cada partido, y a día de hoy, el Madrid no lo es.
Es frecuente ver al equipo atravesar por ciertos “bloqueos mentales” (afectando principalmente al juego de ataque). A los cuales, por ahora, no se ha encontrado solución.

La defensa, no es criticable, pues no se puede juzgar lo que prácticamente no ha existido en toda la temporada.

Y en lo táctico y estratégico, pues más de lo mismo.
Ha excepción de la final de Copa, nunca se ha llevado la iniciativa en este apartado, se está lento a la hora de tomar decisiones y cuesta un mundo  leer el juego y propuesta del rival.

Tampoco el equipo ha crecido como se esperaba. Pero en este apartado la culpa ha de ser compartida, pues alguno veteranos (no me gusta el término “vaca sagrada”) no han ayudado lo suficiente, ni han asumido su parte de responsabilidad en el tema.

Es imprescindible que el equipo encuentre la consistencia que tenía a principio de curso, que no reciba la burrada de puntos que está encajando  últimamente y que consiga encontrar el equilibrio entre defensa y ataque.
De no ser así, los play-off pueden ser muy, muy duros.

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