martes, 9 de abril de 2013

Lo que nunca se contó del “Dream Team”.


Desde el mismo instante en que se divulgó la noticia de que los deportistas profesionales podrían acudir a los Juegos Olímpicos, la USA Basketball y principalmente la NBA lo tuvieron clarísimo: Había que recuperar la hegemonía del baloncesto mundial.

Y esto que ahora puede sonar a chiste malo, en aquellos momentos era una de las grandes preocupaciones del basket USA.
Los EEUU venían de encadenar un fracaso tras otro (los Panamericanos del 87 y 91, las Olimpiadas de Seúl en el 88 y el Mundobasket del 90 en Argentina) y sus jóvenes promesas ya no eran sinónimo de éxito. Para plantar cara al resto de potentes y emergentes selecciones mundiales debían mandar a los mejores y esto, no era tan fácil.

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Y a eso nos dedicaremos en esta entrada, a recordar y comentar ciertos pasajes de esa historia que nunca, o casi nunca,  se nos han contado.

Corría el mes de Septiembre de 1991 y ya solo era cuestión de días que USA Basketball anunciara el nombre de los diez elegidos, esos que representarían a EEUU (y la NBA) en las Olimpiadas de Barcelona.
La lista, conocida por todos, aglutinó a los mejores jugadores del momento, a una pléyade de estrellas… . Pero ni la elección fue tan fácil, ni lo que la rodeó tan bonito.


 Días antes de que Davit Gavitt, Presidente de USA Basketball, hiciera público el elenco, Jack McCloskey, miembro destacado del comité seleccionador y General manager de los Detroit Pistons, presentaba su dimisión.
En un primer momento se intentó esconder el verdadero motivo de tal dimisión, pero era imposible. El Sr. McCloskey, amparado en el “deben ir los mejores” (que tan enfáticamente había promovido D. Stern), ni comprendía, ni asimilaba que J. Stokcton hubiese sido incluido y de forma definitiva, en lugar de I. Thomas (demasiados enemigos ganados por el camino).

Otro que también criticó duramente tal decisión fue B. Laimbier. El cual, aún fue más allá, exigiendo una preselección y la oportunidad, que se les estaba negando, de poder defender a su país. Reprochó duramente la forma en que se gestó el proceso e incluso amenazó con llevar a USA Basketball a los tribunales.

Pero no solo fue I. Thomas, hubo más.
Eran muchos los que no comprendían como en la NBA, por una parte, valoraban la trayectoria y carrera de determinados jugadores y por otra, se decantaba por S. Pippen (recordemos que estamos hablando del año 1991) en detrimento de J. Worthy (Como pasó factura ese pequeño affaire en Houston)o D. Wilkins. También extrañaba la ausencia de C. Drexler y aunque más tarde sería de la partida, en esos momentos y en determinados medios, se atribuyó al color de la piel la inclusión de Ch. Mullin por delante del excelente escolta de los Trail Blazers. Y todo eso sin hablar de la famosa plaza “universitaria”, patochada  que privaba de acudir a Barcelona a alguna más de las grandes estrellas de la liga.

 
Como ya he comentado, ni la confección de la lista fue fácil, ni sencillo convencer a algunos de sus integrantes.

De entre los que no estaban muy por la labor de acudir a la cita olímpica, dos nombres: Larry Bird (Nada era mejor que pasar las vacaciones en casa, con los amigos, pescando y tomando birras) y Michael Jordan (Con los “compromisos” veraniegos se ganaba mucha más pasta que acudiendo a las Olimpiadas).
Pero, la presión popular, la opinión pública, el papel de los sponsors, la publicidad y en algún caso los incentivos, hicieron posible que incluso los más reacios terminaran por aceptar.

La NBA lo había conseguido. Lo que interesaba realmente era vender el producto y para ello no había mejor escaparate posible que unas olimpiadas. Era el marco ideal y el reclamo perfecto para, de forma definitiva, terminar con su mastodóntica expansión.

 
Los aficionados que lo pudimos vivir, que disfrutamos de aquel baloncesto y de esos jugadores fuimos unos grandes privilegiados, pero siendo realistas,  quienes de verdad se beneficiaron y sacaron un mayor provecho del “Dream Team” y todo lo que le rodeó fueron las marcas comerciales y la propia NBA.
Porque no nos confundamos, si alguien tiene más que claro eso de “la pela es la pela”, estos son David Stern y compañía.


2 comentarios:

  1. La ausencia de Thomas se dice que fué por veto de Jordan entre otros, la baja de Wilkins fué por lesión grave, lo de llevar a Laettner si fué una cagada con mayúsculas.

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  2. Ves la foto ahora ventitantos años despues y yo sigo pensando co o muchos que jamas habra un equipo con tanto talento junto. Si podrian competir hasta fisicamente hoy en dia con franquicias NBA.

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