Copa del Rey, “Madrid 2011”. El Desenlace (Desde mi punto de vista).

En un principio la intención era comentar y analizar brevemente toda la competición y todos los partidos, pero al final y para no ser pesado (ya ha habido bastante estos días), me centraré en lo que ha sido, desde mi punto de vista, la trayectoria y devenir de mi equipo.

Mención aparte merece el Baskonia-Bilbao Basket de cuartos, sin duda el mejor partido de la competición con gran diferencia y si apuramos mucho, el único partido bueno de un torneo donde no se ha visto, en líneas generales, un buen baloncesto.

> Madrid – G. Canarias (78-72):
El partido comenzó con una gran defensa de los insulares que puso al Madrid en apuros e hizo florecer las primeras dudas en el conjunto blanco.
El dominio del conjunto canario se prolongó casi durante toda la primera parte, pero la aparición en esos momentos finales del dúo Tomic-Mirotic cambió el signo del partido y lo que parecía un claro dominio amarillo, se quedó en nada.
El tercer cuarto, fue un claro cuerpo a cuerpo que podríamos dejarlo en empate o tablas.
Y fue en el último periodo cuando se decidió todo. Un sensacional S. Rodríguez tomó el mando del partido, lo controló y ejecutó a su antojo decantando definitivamente el resultado a favor de su equipo.

El Momento:
- J. Carroll, que bueno es este jugador. 30 puntos y casi sin despeinarse, un estilete en ataque y unas piernas portentosas en defensa. Un autentico crack al cual el G.C se le ha quedado pequeño. Huele a Euroliga y no en “equipo pequeño”, si no más bien al contrario.

> Madrid – P.E Valencia (69-59):
Que partido más malo por Dios (o tal vez a mí me gusta otro tipo de baloncesto).
El otro día leía una entrevista a J.L Iturriaga y venía a decir algo así como “el baloncesto actual es para listos”, refiriéndose a lo complicado, encorsetado y táctico (sin dejar margen a la improvisación y al talento natural) que hacen este deporte los entrenadores actuales, y este es un claro ejemplo.
Sobre el partido. El Madrid no encontró el ritmo de competición idóneo en todo el encuentro y eso propició que el P.E dominara durante 30 minutos. Pero, el carácter, la intensidad y ese saber sufrir (nuevo sello de identidad del actual Madrid), hicieron que el Madrid volteara el resultado.
El partido fue duro, táctico y trabado, muy intenso, pero para nada bonito. Un encuentro con mucha intensidad, muchísima, pero poco ritmo (demasiadas pérdidas de balón y por tanto muchos parones). Eso se puede resumir en respeto mutuo o tal vez, en miedo.
En lo netamente deportivo, el P.E perdió demasiados balones. Preparó muy bien el partido, pero tantas pérdidas le condenaron. En el Madrid, S. Rodríguez (como en el partido anterior), consiguió imponer su ritmo y controlar el último cuarto y fue por ahí por donde se cimentó el triunfo blanco. Enorme el Chacho.

El Momento:
- C. Suárez / V. Claver. Personalmente tenía muchas ganas de ver este enfrentamiento. En un principio son los dos “treses” que se tienen que disputar el galardón honorífico de mejor tres de España (aunque para mi, a día de hoy, eso es propiedad de S. Emeterio), y en eso estaban. Pero, no hubo color, la superioridad del madridista fue abrumadora e incluso fue una de las claves de la victoria blanca.
C. Suárez es ya una realidad, por el contrario, aunque llegaba a este partido en su mejor nivel, V. Claver sigue sin terminar de romper y esto ya es preocupante, incluso en la posición de tres (de cuatro es otra historia), puede perder su lugar de privilegio a favor de un entonado Mumbrú.
- E. Messina / E. Pesic. Partido en la cumbre también en los banquillos. El combate entre dos pesos pesados estaba servido y las apuestas variaban según el color con el que se mirara. En símiles boxísticos, podríamos decir que durante tres cuartos Pesic iba ganando a los puntos, incluso en algunos momentos parecía que Messina estaba grogui y cerca de besar la lona, pero nada más lejos de la realidad. En el último cuarto el italiano se repuso, gancho de derecha (una vuelta de tuerca más en defensa), gancho de izquierda (cerrar de forma definitiva el camino del aro propio) y para rematar, un directo al rostro (confianza total en S. Rodríguez), ¿resultado?, ganador por KO.

> Madrid – Barça (60-68): Que pocas ganas tengo de comentar nada de este partido, no se como tomármelo, pues se entremezclan demasiadas sensaciones.
Este 11-1 escuece demasiado, es una losa que cada día que pasa, pesa más y esto no es bueno, ni deportiva ni anímicamente.
Ayer leía una entrada de Eduardo Schell Schmid en Marca donde destacaban dos párrafos.
“Hay una base sobre la que construir. Ahora la pregunta es clara: ¿Con o sin Messina? Sigo pensando lo mismo que al principio de temporada: Ettore se irá en verano salvo conquista de un título importante.”
“Además transmite la sensación de que o el proyecto no cuadra con Messina o Messina con el proyecto.”

Leído esto a mí hay una pregunta que me martillea la cabeza y que creo que es interesante y puede definir muy bien lo que es el Madrid actual. ¿Si el inquilino que ocupa el banquillo del R. Madrid no se llamara Ettore Messina, continuaría en él con este horroroso balance de 11-1 frente al eterno rival?.
Yo creo que no, pero a día de hoy es mi entrenador, o mejor dicho, el de mi equipo, por tanto, me puede gustar más o menos, pero tiene todo mi apoyo incondicional hasta final de temporada.
En varano ya veremos que pasa. Todos jugaremos a especular, propondremos nombres de jugadores, de entrenadores, la prensa nos bombardeará diariamente con nuevos nombres y fichajes, pero todo eso, como he dicho, dejémoslo para cuando llegue el calor. Ahora dediquémonos a apoyar a nuestro equipo, a nuestro técnico y confiemos en “el proyecto”, aunque solo sea por unos meses, pues todavía quedan dos jugosos títulos en juego.
Ah, y por favor, no busquemos excusas, ni culpables, y ni mucho menos enemigos en prensa y Tv, por muy “antimadridistas” que nos parezcan o que se contradigan y tergiversen la realidad, pues lo más importante, a día de hoy y tras haber perdido el primer título, es la unidad y la estabilidad.

Sobre el partido poco que comentar. Como indica el resultado final, las defensas se impusieron a los ataques y a eso vamos.
Messina intentó llevar el partido hacia otros derroteros. Escaldado como está, cambió drásticamente el planteamiento. Mucha dureza física, intensidad total y una maraña defensiva casi infranqueable para el Barça. Lo cual les sorprendió de inicio y no les dejó desarrollar su juego, incluso, por momentos, parecía que les estaba comiendo la moral.
Pero un partido de baloncesto es muy largo y más si enfrente tienes un equipo como el Barça actual.
¿Qué queréis, hormigón?, pues hormigón tendréis, esto parecía decir el Barça. Se despojaron del traje y se enfundaron el mono de trabajo ellos también, y en eso estábamos, guerra de trincheras y ha ver quien se rendía antes.
En esta clase de partidos la paciencia (el talento) y la dureza mental es fundamental y hoy por hoy, X. Pascual y el Barça tienen más.
Mientras X. Pascual dialogaba con sus ayudantes y esperaba el momento justo y oportuno (tal vez sabedor de su superioridad y de no tener tantas urgencias), Messina empezaba su aquelarre particular tras los primeros errores, desplazamiento nervioso arriba y abajo por delante del banquillo, “rezar en arameo” mientras su expresión corporal va cambiando, para terminar con esa exposición de gestos y caras tan particulares y propias en el italiano, que indican que la cosa no funciona como espera o desea.
El tiempo iba pasando y el Madrid resistiendo. Lo que en un principio parecía nerviosismo blaugrana, se transformaba en paciencia y daba la sensación de que tal como el cansancio fuera haciendo mella, el Barça lo tendría más fácil (dentro de una dificultad más que aparente en este enfrentamiento).
El partido, aunque se resistió mucho y bien, se rompió de forma definitiva (como era de esperar) a mediados del tercer cuarto, pues son más equipo, están mucho más rodados e infinitamente más conjuntados y eso, en partidos como este, es definitivo y más tratándose de una final.
Podríamos resumir el partido de forma muy simple. “Mismos protagonistas, diferente guión pero igual desenlace”.

El Momento:

- Navarro y sus “Bombas”. Lo que en un principio era un recurso ofensivo más, con el paso de las temporadas se ha convertido en un “uso y abuso”, posiblemente la primera solución ofensiva de Navarro. Estéticamente no me gusta, en un principio la consideraba una ejecución curiosa, pero a día de hoy, creo que se abusa de ella y que curiosamente ya no es tan efectiva como era. Y por cierto, lamentable cuando el ejecutor es R. Grimau o R. Rubio.
- R. Rubio / V. Sada. Mientras el primero acapara focos y sale en todas las fotos, el segundo es la entrega y la profesionalidad personificada, un jugador integro y digno donde los haya.
Particularmente, creo que el Barça rinde y carbura mucho más con Sada en pista que con Ricky, pero este es el protagonista, el que ha costado muchísima pasta y el que se tiene que amortizar, pero para mí, a día de hoy, V. Sada es el mejor base del panorama nacional junto con J.M Calderón.
- A. Anderson. El MVP de la Copa. Con esto estaría todo dicho, aunque para mí el mejor en el cómputo general fue V. Sada.
Se ha hablado mucho estos dos días de A. Anderson, pero me gustaría retroceder a este verano pasado, cuando de verdad sonó para el Madrid.
Ahora es fácil decir que era “el fichaje”, pero yo me pregunto, ¿Por qué estaba sin equipo?, y tal vez esa sea la pregunta. Es un jugador con mucho carácter, con una personalidad muy particular y definida y tal vez por eso generó dudas en su momento.
La temporada pasada en el Maccabi fue muy buena, pero su temperamento generaba dudas y al igual que ahora ha explotado positivamente, todavía falta por ver la parte negativa de este jugador. Que la tiene, no lo dudemos, pues tanto en la Cibona como en el Maccabi ha dejado muestras de ello.
Que ganas tengo de ver como X. Pascual gestiona el tema de los “tres americanos”, pues T. Morris es inamovible y tanto Anderson como Mickeal, por esa forma de ser tan peculiar y particular, pueden ser una bomba de relojería.

El triunfo fue del Barça, pero las sensaciones que transmitió el Madrid, a diferencia de otras veces, no fueron malas, ni mucho menos.
Y es a partir de ahí y de eso, donde se tienen que tener las ideas muy, muy, muy claras, pues hay demasiadas preguntas con complicadas respuestas.
- ¿Es suficiente este plantel para afrontar con garantías el tramo final de temporada?.
- ¿Es mejor el equipo de lo que parece?. ¿Se le puede sacar más?.
- ¿Hay clase y talento en la plantilla?, y si la hay, ¿por que no se explota?.
- ¿Es este el estilo de juego que queremos o es solo el que puede ofrecer este equipo?.
- ¿Hay un líder sólido? Y si lo hay, ¿Quién es?... . Y así unas cuantas más.
Demasiadas cuestiones que están en el aire y que necesitarían respuesta, y por eso, tampoco ayudan declaraciones como las de F. Reyes (aunque pude tener razón).
"Lo que cuenta es ganar, nadie se acuerda y esta derrota es bastante dolorosa".
"En ciertos momentos tenemos que ser menos egoístas y ayudarnos más como equipo", avisó.
"En los instantes decisivos hay que jugar más en equipo", concluyó.
Lo que me gustaría es unidad, confianza y que todos remen o rememos en la misma dirección, pues no lo olvidemos, es nuestro equipo, que puede gustar menos o más, pero es el Madrid.
La sangría que llevamos y el destrozo que nos está infringiendo el Barça es insufrible, insoportable e insostenible, por eso, en verano (o antes), seguramente cambiarán o tendrían que cambiar muchas cosas. Pero ya habrá tiempo para eso (y para la especulación, que tanto nos gusta). Mientras, lo dicho, confianza y apoyo total hacia y para Messina y sus chicos.

LaFura37@hotmail.com