lunes, 26 de noviembre de 2012

Trilogía de baloncesto: 3ª Parte, “Responsabilidad”.



Lo que en un principio quedaba y sonaba muy bien, ha terminado por cansar. La frasecita esa de “Hay que saber vender el producto” era muy interesante al principio, pero la hemos utilizado tanto que ha terminado desgastada, perdiendo su esencia e incluso sonar vacía.

¿Qué hay que saber vender?, esta es la pregunta.
Lo fácil es responder baloncesto, pero no es así.
Hay que saber vender emociones y sentimiento. Y esto es lo difícil. Lo que de verdad implica un gran esfuerzo, dedicación y responsabilidad.
Señores no dejen el calendario en manos del azar, dirijan el sorteo, pues ni todos los partidos son iguales, ni todas las fechas merecen el mismo trato.
Ustedes saben que enfrentamientos generan más pasión, que equipos suscitan un mayor interés y que fechas serían más adecuadas para determinados partidos.
Empiecen por ahí, por el calendario y sean inteligentes.
Incentiven la emoción y premien el espectáculo.

El R. Madrid (que aún está por ver si este estilo gana títulos) les ha mostrado el camino. Divierte, encandila, llena las canchas y es el equipo más atractivo de ver de Europa.
Y a final de cuentas esto es lo que quiere el aficionado, divertirse, pasárselo bien y ver un buen espectáculo.
No debería valer el ganar de cualquier manera (aunque es lícito), pues el triunfo y los títulos están muy bien, pero si el juego no engancha, por mucho que se gane, igual se te queda la cancha como un solar y las audiencias por los suelos (¿verdad?).


Olvídense de tanta asamblea inútil (al simple aficionado nos importa un pimiento, por ejemplo, si H. Norel y T. Satoransky son cupos o no) y trabajen por el bien del baloncesto como entretenimiento.
No se preocupen solo de repartirse los huevos, pues como parece que no se enteran, igual entre reparto y reparto se les muere la gallina.
El baloncesto nacional está enfermo y ustedes parece que no se dan cuenta. Sus mayores preocupaciones son meras banalidades a vistas del aficionado medio (que es la principal fuente de ingresos, no lo olviden) y por muy listos e inteligentes que se crean, da la sensación de que es esto del baloncesto, muchos de ustedes, no diferenciarían entre una pelota de basket y una sandía.

Pero el problema no acaba ahí, empieza.
Mientras pierden el tiempo mirándose el ombligo y creyéndose los “Reyes del mambo”, el enemigo se les ha metido hasta la cocina.
Con “el beso de Judas” como estrategia y viendo sus carencias y limitaciones, la FEB está al acecho, esperando su momento y preparada para asestarles el golpe de gracia.
En Junio del 2011 el Presidentísimo ya lo dejó claro y para muestra, un botón: “¿Presidir la ACB?, por qué no (Gigantes del basket nº 1338)”.
Recuperar la hegemonía perdida (allá por 1983) es su intención, y no lo duden, al amparo que dan las medallas, están en ello.

Por desgracia y a diferencia de antaño, ustedes no son gente de basket y tal vez por eso y por ser un poco perezosos de mente, no se dan cuenta de la situación real del baloncesto de club.
El aficionado es y será la clave de todo este asunto y mientras unos parecen tenerlo claro (ÑBA, Ruta Ñ, Un día menos para el Oro…), otros no se enteran.

Señores de la ACB, suya es la responsabilidad de cuidar de nuestro baloncesto, velar por sus intereses, protegerlo y defenderlo. Ustedes están en esta obligación y es lo que se les exige.



- Mi otro Blog, "2+1".
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