lunes, 19 de diciembre de 2011

Trampas, engaños y fullerías varias.

O el cuento de nunca acabar. Los pasaportes fraudulentos.

Otra vez la misma historia.
Parece que la farsa veraniega que comenzó el Barça, al reconvertir en “congoleño” a C.J Wallace, es solo el principio de lo que puede llegar a convertirse en rutina y práctica habitual.
Habiendo sido ahora el Madrid y Valencia los que se han sumado a la fiesta, convirtiendo, casi por arte de magia, a los también estadounidenses J. Carroll y N. Caner-Medley en “azerbaiyanos”.


Visto esto y con la convicción de que tal despelote evolucionará a recurso y costumbre, a un servidor solo se le ocurren tres palabras:
Adulteración, fraude y engaño. O como se diría coloquialmente, “Hacer trampas”.

Según la RAE, esta es la definición de Fraude:

- Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete.

¿Queda claro, no?.
La “Acción contraria a la verdad” es el convertir, en este caso, a jugadores estadounidenses en congoleños o azerbaiyanos.
Y la “persona perjudicada y contra la que se comete”, es, sin ninguna duda, la propia competición y el resto de equipos (que no tengan ningún “fraudulento”).


De los tres jugadores anteriormente nombrados (¡ojo!, que no son los únicos) me quedaré con J. Carroll por razones obvias.
Esta “conversión” me ha dejado sensaciones contrapuestas y un sabor agridulce.
Por una parte estoy totalmente en contra de este tipo de “nacionalizaciones”. Lo considero ilegal, ilícito y una forma malintencionada de adulterar la competición.
Por la otra, podría tirar de tópicos y justificarlo con un simple, “si los otros lo hacen…”.
Pero tampoco. Personalmente no lo compro, lo considero injusto e inaceptable por mucho que se intente argumentar y lo único positivo que puedo sacar de todo este cachondeo, es que por fin, los dirigentes madridistas han “espabilado”, se han dejado de “señorio” y “valores” y han decidido aprovecharse y utilizar (al igual que otros) la “legalidad” que permite tal disparate.
Pero ni con eso.

Ya este pasado verano y con el affaire C.J Wallace como fondo, un compañero me preguntó cual era mi opinión sobre este pitorreo de los “pasaportes” y “naciolizaciones”.
Siendo esta la respuesta:

- “El tema de los pasaportes me parece una vergüenza y una tomadura de pelo. Una forma malintencionadamente intencionada de adulterar la competición.
No es de registro que jugadores netamente americanos como Jack Daniels o John Smith puedan jugar impunemente en equipos europeos como búlgaros, polacos o macedonios y no pase absolutamente nada.
Algo huele a podrido en este tema”.

Respuesta sobre la cual me reafirmo e incluso soy mucho más crítico por la forma de proceder y actuar de algunos en este tema.


Desde mi punto de vista y tomando como base una permisividad que no comparto, hay tres formas de catalogar el fichaje de estos jugadores.

• Primera y "menos" fraudulenta.
La que podríamos denominar “aceptación” de la regla y que consistiría en fichar a jugadores que ya posean “esos” pasaportes y hayan jugado anteriormente como comunitarios.
• Segunda y la que, por lo visto, puede convertirse en frecuente.
Fichar al jugador como extranjero y una vez en el equipo, empezar a trabajar en esa dirección y sentido hasta conseguirle el susodicho pasaporte.
Siendo esta la que podríamos llamar la del “aprovechamiento”.
• Y tercera y para mi, más insidiosa y alevosa.
El condicionar el fichaje/es de determinados jugadores a la obtención de “esos” pasaportes. Incitándoles de esta forma al fraude y limitando su contratación solo a la adquisición de los mismos.

Tres formas diferentes pero igualmente “legales” de adulterar la competición y que demuestran, curiosamente, que es muchísimo más fácil conseguir determinados objetivos de forma “ilícita”, que actuando dentro de la legalidad y ciñéndose a unas reglas éticas y morales. Pues ha quedado claramente demostrado que es mucho más fácil incorporar a “búlgaros”, “macedonios” o “ucranianos” (B. McCalebb, O. Cook y D. Draper) que conseguir, por ejemplo, la doble nacionalización de jugadores como L. Bullock o D. Fischer.


Y llegados a este punto, podríamos empezar a buscar “culpables”, lo cual nos llevaría desde los propios jugadores, a la misma FIBA, pasando por las diferentes Federaciones. Y en el caso concreto de España, organismos y asociaciones como la ACB, FEB y ABP también tendrían su parte de culpa.
Pero esto es otra historia y lo dejaremos para futuras entradas.


LaFura37@hotmail.com
@LaFura37
Mi otro Blog, “2+1”.

6 comentarios:

  1. ¿Cuanto tiempo nos llevamos hablando de la nacionalidad de Bullock, cuando era uno de los mejores escoltas de Europa?... y ahora los pasaportes se consiguen como el que va a comprar a la ferretería.
    Al principio era de los que pensaban "si otros lo hacen", pero he cambiado de opinión, porque precisamente eso era lo que nos distinguía del resto, el no haber ninguneado la competición e ir con la cabeza bien alta.
    Pero desgraciadamente en el mundo del deporte, como en la vida, ¡Todo vale! para conseguir los medios... nunca mejor dicho, el fin justifica los medios, aunque para mi equipo a mi eso no me vale.
    Una última cuestión, ¿por que nadie tira de la manta?, porque realmente no interesa. Hay muchísimos intereses de por medio como para desmontar el chiringuito, en el cual están implicados hasta el último mono.

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  2. Aunque a mí no me gusta, ¿hasta que punto tienen autoridad las instituciones de baloncesto para cambiar esto? Esto es responsabilidad de los estados, no de la FIBA o el resto. Si el gobierno de Armenia, o Azerbayán en el caso de Carroll, acepta la nacionalización del jugador, ¿qué demonios pueden hacer desde la ACB?

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  3. Com a barcelonista trobava i trobo una vergonya tot el tema CJ Wallace. Que ara Madrid i València també caiguin en aquesta trampa es una alegria, perquè sobretot al Madrid li tenia enveja en aquest aspecte.

    Era un tret distintiu, que els feia més íntegres, però a falta de la confirmació oficial ja estan al mateix nivell que el Barça.

    Si ens ho volem mirar en positiu, i mig en conya, només hi ha una refelxió que ens alegra: podrem fitxar més a Caner Medley i Carroll al Supermanager XD

    La realitat, però, és que és una vergonya.

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  4. Buenos días JordanyPippen.

    Dos frases “si otros lo hacen” y “el fin justifica los medios”. Estas son las bases de todo el tinglado.
    Amparado en esto, nadie tiene culpa y todos son “honrados”.

    Pero, lo mejor de todo es, “¿por que nadie tira de la manta?”. Te lo resumo en un nombre y saca tus propias conclusiones. S. Ibaka.

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  5. Hola Scoucer.

    Muy interesante tu comentario, pero si te respondo largo y tendido, me chafas la entrada que tengo preparado para ello.

    Todos los organismos e instituciones pueden (y deberían) poner de su parte para que eso no fuera así, por mucho que los diferentes países acepten como “suyos” a algunos jugadores.
    La FIBA permite uno, ¿Por qué no 2 o 3?, ¿o por qué ninguno?.
    La ACB negocia “cupos”, por tanto, también podría regular este tema?.
    La FEB, lo tiene muy complicado, pues al nacionalizar a S. Ibaka ha actuado como las Federaciones macedonias, polacas, azerbaijanas, etc.

    Saludos.

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  6. Bon dia Gotham.

    Todos son iguales!.
    Es igual que sean Barça, Madrid o Valencia, al final, con mínimas diferencias, todos actúan igual.
    Como he comentado antes, el “todos lo hacen” y “el fin justifica los medios” de mucho juego.

    Me quedo con tu última afirmación.
    És una vergonya!!!.

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