Desde el mismo instante en que se divulgó la noticia de que los deportistas profesionales podrían acudir a los Juegos Olímpicos, la USA Basketball y principalmente la NBA lo tuvieron clarísimo: Había que recuperar la hegemonía del baloncesto mundial.
Y esto que ahora puede sonar a chiste malo, en aquellos
momentos era una de las grandes preocupaciones del basket USA.
Los EEUU venían de encadenar un fracaso tras otro (los
Panamericanos del 87 y 91, las Olimpiadas de Seúl en el 88 y el Mundobasket del
90 en Argentina) y sus jóvenes promesas ya no eran sinónimo de éxito. Para
plantar cara al resto de potentes y emergentes selecciones mundiales debían
mandar a los mejores y esto, no era tan fácil.
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Y a eso nos dedicaremos en esta entrada, a recordar y
comentar ciertos pasajes de esa historia que nunca, o casi nunca, se nos han contado.
Corría el mes de Septiembre de 1991 y ya solo era
cuestión de días que USA Basketball anunciara el nombre de los diez elegidos,
esos que representarían a EEUU (y la NBA) en las Olimpiadas de Barcelona.
La lista, conocida por todos, aglutinó a los mejores
jugadores del momento, a una pléyade de estrellas… . Pero ni la elección fue
tan fácil, ni lo que la rodeó tan bonito.
Días antes de que Davit Gavitt, Presidente de USA
Basketball, hiciera público el elenco, Jack McCloskey, miembro destacado del
comité seleccionador y General manager de los Detroit Pistons, presentaba su
dimisión.
En un primer momento se intentó esconder el verdadero
motivo de tal dimisión, pero era imposible. El Sr. McCloskey, amparado en el
“deben ir los mejores” (que tan enfáticamente había promovido D. Stern), ni
comprendía, ni asimilaba que J. Stokcton hubiese sido incluido y de forma
definitiva, en lugar de I. Thomas (demasiados enemigos ganados por el camino).
Otro que también criticó duramente tal decisión fue B.
Laimbier. El cual, aún fue más allá, exigiendo una preselección y la
oportunidad, que se les estaba negando, de poder defender a su país. Reprochó
duramente la forma en que se gestó el proceso e incluso amenazó con llevar a
USA Basketball a los tribunales.
Pero no solo fue I. Thomas, hubo más.
Eran muchos los que no comprendían como en la NBA, por
una parte, valoraban la trayectoria y carrera de determinados jugadores y por
otra, se decantaba por S. Pippen (recordemos que estamos hablando del año 1991)
en detrimento de J. Worthy (Como pasó factura ese pequeño affaire en Houston)o
D. Wilkins. También extrañaba la ausencia de C. Drexler y aunque más tarde
sería de la partida, en esos momentos y en determinados medios, se atribuyó al
color de la piel la inclusión de Ch. Mullin por delante del excelente escolta
de los Trail Blazers. Y todo eso sin hablar de la famosa plaza “universitaria”,
patochada que privaba de acudir a
Barcelona a alguna más de las grandes estrellas de la liga.
Como ya he comentado, ni la confección de la lista fue
fácil, ni sencillo convencer a algunos de sus integrantes.
De entre los que no estaban muy por la labor de acudir a
la cita olímpica, dos nombres: Larry Bird (Nada era mejor que pasar las
vacaciones en casa, con los amigos, pescando y tomando birras) y Michael Jordan
(Con los “compromisos” veraniegos se ganaba mucha más pasta que acudiendo a las
Olimpiadas).
Pero, la presión popular, la opinión pública, el papel de
los sponsors, la publicidad y en algún caso los incentivos, hicieron posible
que incluso los más reacios terminaran por aceptar.
La NBA lo había conseguido. Lo que interesaba realmente
era vender el producto y para ello no había mejor escaparate posible que unas
olimpiadas. Era el marco ideal y el reclamo perfecto para, de forma definitiva,
terminar con su mastodóntica expansión.
Los aficionados que lo pudimos vivir, que disfrutamos de
aquel baloncesto y de esos jugadores fuimos unos grandes privilegiados, pero
siendo realistas, quienes de verdad se
beneficiaron y sacaron un mayor provecho del “Dream Team” y todo lo que le
rodeó fueron las marcas comerciales y la propia NBA.
Porque no nos confundamos, si alguien tiene más que claro
eso de “la pela es la pela”, estos son David Stern y compañía.
La ausencia de Thomas se dice que fué por veto de Jordan entre otros, la baja de Wilkins fué por lesión grave, lo de llevar a Laettner si fué una cagada con mayúsculas.
ResponderEliminarVes la foto ahora ventitantos años despues y yo sigo pensando co o muchos que jamas habra un equipo con tanto talento junto. Si podrian competir hasta fisicamente hoy en dia con franquicias NBA.
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